Arrecia la noche
En su obsesiva
Opresión de las sombras,
Dictadura de cuero negro
De látigo hecho de jirones
De la piel de mis soledades,
Con masoquista empeño
Me apreso al tormento,
Anudo los faldones de mis medos,
Ofrezco mi torso desnudo,
Hago silicio de mi sentimiento
Y a mi nostalgia no esculpo.
Una mano negra
Enguantada de silencio
Me aprisiona la angustia
En mi garganta,
Se hace tan pesado el aire
Que cada suspiro lo escupo.
Un aroma a vacío
Lentamente me arrastra
A cada bode del abismo
Que a los lados del camino
Con sus fauces abiertas
Me reclama saciar su espera.
Ya no se si tendré fuerzas
Para mantener este equilibrio
Entre los sueños y el suplicio,
Para esperar el guiño de alba
Donde esa mirada tuya
Cada vez de mi mismo me salva.
(José M. Huete García. Enero 2012)
Donde esa mirada tuya
ResponderEliminarCada vez de mi mismo me salva. Resumen de una soledad sin retorno. Como si esa forma de soledad, nos hubiese brotado como un lunar nuevo. Magnífico José. Un abrazo.
Hola Voleta bienvenida por estos rincones. para mi es como si hubiera nacido con ella. gracias amiga. TQ
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