EN JAULA DORADA

isito cada día tu ventana
la que engalanas
con geranios y claveles
la que me aún me trae
notas de la vieja guitarra,
la que acariciabas
con tus manos transparentes.
para regalarme
canciones que nos enamoraban.

Y ahora te veo tan lejana.
siempre ajetreada,
entre satenes y manteles,
ya no cantas,
ni a través de los cristales
ves nacer el alba,
ni a La Luna, en las noches
miras a la cara.

Tus ojos ya no brillan
de alegría, como dos tizones
ante lo sorprendente,
tus pasos llevan
el silencio a cuestas,
renunciaste a ser libre
tras rejas doradas,
a ser hembra
para ser esclava.

Pero sé queme llevas
en lo mas profundo de tu ser,
porque aún lees
a escondidas,
alguno de los poemas
que te escribí
cuando nos besamos
la primera vez.

(José Huete Garcia, Marzo 2013)