IMPÍAS PALABRAS

No son hechos mis versos

De moribundas letras sin sangre

Ni pacifico goce de los neutrales,

No hay verbo que nazca

Para ser parido muerto,

Rezado, ni adorado

En el incienso de los altares.

Esta mañana los parí en silencio

Cuando el alba acariciaba

Con naranjas puñales,

Lo que la noche dejo en retales,

Lo que el mar arrancaba de la arena

Para ofrendar a los pescadores

Los andrajos de las vestales.

¡Solo encontré flores salvajes

con que hacer un diadema

que adornara tu frente,

eran espinas con sangre de claveles!

Esta mañana los parí sin preámbulos

Ni acentos cordiales,

Dejé que manara savia de mis manos

Mientras acariciaba cadáveres

De osadas raíces ancestrales,

Era negra como la tinta de poemas

que causan bajas en lo incuestionable.

Estaba áspera la arena indomable

De tu piel de virgen morena

Con aromas robados a los arrabales,

Era avidez y hambre de gaviota

Lo que desnudaba de pétalos

Tu prudencia adherida a los siglos

De ser eslabón de cadenas originales.

¡Cuantas batalla se han de perder

Por proclamar desde el Sur al Norte,

Que no es escrupulosamente

Como se ganan o pierden las batallas

Que no es cuestión de abundantes palabras,

Que es cuestión de aguzar el oído

y escuchar el secreto lenguaje de los ríos!

(José M. Huete García, Abril 2013)

D.A.R.