NOCHE DE GÉLIDA AUSENCIA

Como disuadir a mi sangre

Que no se adormezca en mis venas

Si cuando llega el alba

Solo queda el paso triste

De una cristalizada pena.

Como pedir a mis palabras

Que canten un aria

Al  esplendoroso candor

De donde nacen las flores,

Si solo soy velero a la deriva

Y en mi garganta se enraízan

Los restos de un naufragio.

Los ruiseñores también mueren

Si  sus alas en primavera

Con  rocío se hielan.

Como creer que soy mar

Y tu mi última orilla,

Si de la tibia arena

El viento borra las huellas.

Aunque solo seas

Fantasmagórica sombra

No me abandones solitario

En el camino de los sueños,

Que no hay luna que seduzca

Ni estrella que enamore

Mas que el anhelo de tu boca.

(José M. Huete García. Junio 2013)

D.A.R.