UN CUENTO SIN HADAS
Hoy no quiero que me invites
A la cena de gala
Ni al baile
Que cada noche celebras en tu castillo
Quiero ser el mendigo
Que errante por las calles
Ve pasar tu carroza
Tirada por cuatro corceles amarillos
No quiero ser el príncipe galante
Vestido de sedas y brocados
Que te invite al primer baile
De tus sueños escondidos
Si has de elegirme
Y ponerme el nombre de un lucero
No quiero que te fijes
En mis modales y remilgos
No hay sangre en mis venas
Que no sea del color de la herida
Roja como la libre amapola
Como el clavel clandestino
Escucha en la noche mi llanto
Que hiere como el canto de grillo
El salvaje eco de mi voz
Que es de soledades aullido
No son de cabritilla los guantes
De mis manos apremiantes
Son garras de halcón peregrino
Con espinas en los nudillos
Sé que no formé parte
De tu soñar adolescente
si de tu piel cuajada de siglos
Como la sombra del olivo
Mas si has de amarme
Has de saber que no este escrito
Que un beso de príncipe
Te rescate del sueño de los libros
Has de saber que tus pies
Son pequeños y delicados
Pero que no es de alfombras
La eterna longitud del camino
Que hay un trueno apagado
Y un relámpago moribundo
que despertarán en tus labios
Cuando te bese como mendigo.
(José M. Huete García. Mayo 2014)
D.A.R.
No hay comentarios:
Publicar un comentario