No hay silencio
sino estrépito del alma
en los oscuros pasillos
En los que me pierdo
cuando me faltas
Hay dos agujeros negros
en mi cara
Sin faros de alerta
Sin señales de alarma
cuando la soledad
no se apiada
El miedo me invade
carente de elegancia
Me desespero
en arritmia de lamentos
Y hasta el latir de mis venas
me espanta
No es superchería
ni romántico drama
Es la parvedad
de la llama que se apaga
La simiesca mueca
de tu olvido
que me amenaza
No hay herida abierta
ni tormento
tras un adiós
en forma dicho
y respondido
Solo hieren traicioneros
los pasos
que ni la memoria
quieren para cobijo
(José M. Huete García. Octubre 2014)
D.A.R
No hay comentarios:
Publicar un comentario