HA DE SER SALOBRE LA ESPUMA

Hay ríos que nacen

en la frontera

del silencio

Allí donde la lluvia

es el agua

que se desborda

de los remansos

para abrir

abruptos senderos

al sentimiento

Lloraron tanto

los ojos de azahar

de los naranjos

cuando se tornaron

tan sumisos

Y la savia de sus raíces

se secaba en sus frutos

haciéndolos amargos

Hay océanos

que abren sus brazos

Para recibir

tantas lágrimas

tantas hojas marchitas

tantos sueños

macerados de esperas

que se llamaron

cantos rodados

Aunque el viento

que recorre tus campos

hoy esté callado

Aunque tu voz

de espiga verde

no pronuncie mi nombre

en los surcos sacros

donde ríen los colores

No olvidaré

que son eco los pasos

que guían al caminante

Que ha de ser salobre

la lagrima

Que como espuma

Me bautice en tu playa

(José M. Huete García. Diciembre 2014)

D.A.R.