DESESPERANZA
Porque a veces pienso
que el destino
es un dedo pulgar
vuelto hacia abajo
Que no hay una mano
que desee
acariciar por piedad
Que no soy bien nacido
ni afortunado por azar
Que mi piel
está llena de manchas
Y mi alma
de pecados sin perdonar
Que mañana
es una nueva amenaza
Ayer una triste historia
que a los oídos cansa
Una herida abierta
que no va a cicatrizar
No se de los ojos
que se iluminan
cuando de promesas
sienten hablar
Ni de las palabras
que con fe se rezan
a los pies de un altar
Si me vas a pedir
que abra la puerta
para que la esperanza
pueda entrar
hazme una llave nueva
Que la mía la tiré
al fondo del mar
(José M. Huete García. Abril 2015)
D.A.R.
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