Hoy he vuelto
al viejo camino de los sueños
Mis pies han llegado cansados
y el equipaje
aún demasiado lleno
Allí nada ha cambiado
desde que una ola sin dueño
me alejó para buscar cobijo
en la caduca materia
de lo cierto
He escuchado el arrullo
de una paloma
aún vestida de inocencia
Que pedía que vaciara
mis bolsillos de miedos
Y una intrigante cigarra
de vuelta de todo
Que descarada reiteraba
Que he de venir desnudo
para atrapar un buen sueño
Soy hijo pródigo
Que vuelve de lo superlativo
Del prefabricado incienso
De un mundo con zapatos
para pisar el musgo
Ya no queda cuerda
para ese silencioso reloj
Que marca las horas
discretas de la duda
y su caminar a ciegas
Si queda un instante
para creer que los sueños
son atrevida fugacidad
Quiero acariciar
la rugosidad de lo incierto
(José M. Huete Garcia, Octubre 2014)
D.A.R.
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