REMENBRANZA
Desde esta terraza
asomada a tantas esquinas,
a tantas callejas,
he vuelto a escuchar
el lamento del saxo,
mas triste,
mas lejano.
No ha sido al caer la tarde,
ni derramaba lágrimas negras,
era noche profunda,
y su voz un pentagrama
monocorde,
un doloroso gemido
como si fuera su último acorde.
Y tu,
que tanto fuiste,
que tanto te quise,
te haces presente,
y te digo
que siempre habrá un saxo
que te traiga del olvido.
(José M. Huete García. Octubre 2013)
D.A.R.
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