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sábado, 2 de febrero de 2013


LA SIRENA DE LA ÚLTIMA HORA

Viniste del mar
Y ya eras sirena,
Plateada de luz de luna
Coral prendido de tu boca,
Tu voz canción
De la mar profunda.

Me contaste historias
De otros mares,
De otras olas,
De bajeles sin rumbo,
De capitanes piratas
A los que amaste.

Me hablaste de otras playas,
Del aroma dulce de su arena,
De pescadores de estrellas.
De la virginidad perdida
Cuando en la deriva de la marea
A ellos te entregaste.

Y te amé con la mirada triste,
Con el sollozo de mis manos,
Con la inmortalidad de mi sangre.
Porque era ya
La hora del cansancio
De tu navegar y de mis pasos.

(José M. Huete García. Enero 2013)

DESPUÉS

Cuando estas junto a mi
Acurrucando tu frío después del éxtasis,
Y me miras de frente
Antes de que tus párpados
Vuelvan a encerar entre barrotes
Ese sutil misterio
Que en la cárcel de tus pupilas
Tan celosamente retienes…

Quisiera decirte todas esas palabras
Que nunca te dije,
Que quieren ser el arco iris
Que tras la tempestad aparece,
La rúbrica inextinguible
Que la pasión avergonzada exige
Para que la ternura sea rocío
Cubriendo surcos arados fuera de lindes.

Es entonces cuando surge en ti
Con plena vigencia
Esa resplandor de tu esencia,
Que como  cristal de Bohemia te define,
Y te haces transparente
Florecen en tus labios
Las palabras mas dulces,
Y una caricia mi rente bendice.


 Son versos que en mi se quedan
Bullendo conceptos de lo eterno,
Definiciones incongruentes
Bulliciosos miedos inconsistentes,
En el aire se tornan ceniza,
Mi corazón un hervidero de matices
Buscando el asidero de una cuartilla
Donde registrar un poema perenne
Que diga donde, como y cuando te tengo.

¡Me doy cuenta
Que con el roce de nuestra piel
Hemos  hecho poesía!

(José M. Huete García. Enero 2013)

ENSOÑACIÓN

Me preguntas de donde vengo
Y yo te digo que ese lugar
No tiene nombre,
No está en los mapas,
Ni en coordenadas de tiempo,
Ni inscrito en registros del olvido.

Vengo del estruendo del silencio,
Donde la piedra se hace alarido
Cuando la viento la penetra,
La  resquebraja, y sus lágrimas
Manan de angosta grieta
Hechas perlas de un desierto.

Vengo de la voz matriz del aire.
Del balbuceo de la brisa
Que no quiere dejar de se niña
Para seducir con una caricia
La umbría masculinidad del bosque.
La fronda erguida del árbol.

Vengo del rugido de la cascada
Cuando abandonada a su destino,
Siente el abrazo del vértigo
En la irisación de su cadera,
Para recorrer impávida el abismo
Que la parirá como río.

Vengo de la tímida risa
De la amapola de lujuria indemne,
Que muestra su rubor
Cuando siente que el sol la mira
Vidriosos sus ojos de fuego
Y tiñe de rojo al hierba verde.

Vengo de un mundo libre
Donde la poesía nace y muere
Mas allá de las palabras.
De la atrofia de los conceptos,
De un mundo a la vez sagrado
Y sin sacrílegos miedos.

¡Vengo de eses mundo
Donde el mas tierno de tus besos
Me dejó recostado entre los sueños!

(José M. Huete García, Enero 2013).

viernes, 1 de febrero de 2013


BURIL Y MARTILLO

Esculpe el tiempo mi memoria
Cada día muere una mariposa
Hambrienta de sol y ambrosía
Una flor del color se despoja
Incitante el vuelo de sus caderas,
Una nostalgia se mimetiza
De canto rodado en el río,
Un mar ausente de playas
En voz de caracola se agolpa,
Un sueño no celebra sus bodas
No se consuma ni germina
Un caracol asienta el paso
Del lento desasosiego de las horas.

Tu buril trabaja mi mármol
Con el rupestre sudor de tus manos,
Amasas los signos del olvido
Osas grabar en mi pecho
Los latidos de un corazón mordido
Por un vendaval de desarrapados
Testigos del ágape no celebrado,
Modulas entre tus dedos
Geometrías del tiempo y el espacio
Deshabitados islotes del destino,
Insuflas tus aliento en mi velamen
Sujeto al mástil de árbol despoblado.

Mas que martillo eres mazo
Que quiebra cristeles en mi espejos,
Trituras la arenisca de mis desiertos.
Golpeas con dureza desaprensiva
Cada imagen de oasis que me creo,
Cada atisbo de cielo somnoliento
Donde te veo en la órbita de un lucero,
Sujetas mis pies con dos clavos,
Ignorante que es desde ese madero
Donde el vértigo no es por la altura
Es por caminar a ras de suelo.

¡Como decirte que te amo en este desafuero
Porque basta un beso insinuado en tus labios
Para pensar que me equivoqué
Cuando elegí habitáculo para mis sueños!.

(José M. Huete García, Enero 2013)

miércoles, 30 de enero de 2013


POEMA QUE NO PUDO SER SILENTE
(Nueva versión)

Llueve entre paréntesis del tiempo,
Silenciosamente,
Gotas que no alcanzan el suelo,
Se detienen
A la altura de la frente.

No son polvo de estrellas
Centellantes,
Ni las lágrimas olvidadas,
Impertinentes,
Lloran cuando no deben.

Son esquirlas de un silencio,
Su simiente,
La palabras de un poema
En su germen,
En la boca obturada de la fuente.

No hay ausencia cando el alma calla
Paciente,
Los versos no se escriben,
Se sienten,
En la luna  que se cierne creciente.

No preguntaré por ti que estás
Silente,
Mastico tu nombre de eclipse
Entre los dientes,
Mientras te haces efervescente.

Cuando cierre este paréntesis
No sé si estarás presente,
En el primer verso,
O en el de cierre,
O en otro indicativo presente.

(José M. Huete Gacía. Enero 2013)

martes, 29 de enero de 2013


POEMA QUE NO PUDO SER SILENTE

Llueve entre paréntesis del tiempo,
Silenciosamente,
Gotas que no alcanzan el suelo,
Se detienen.

No son polvo de estrellas
Centellantes,
Ni las lágrimas olvidadas,
Impertinentes,

Son esquirlas de un silencio,
Su simiente,
La palabras de un poema
En su germen,

No hay ausencia cando el alma calla
Paciente,
Los versos no se escriben,
Se sienten

No preguntaré por ti que estás
Silente,
Mastico tu nombre de eclipse
Entre los dientes.

Cuando cierre este paréntesis
No sé si estarás presente,
En el primer verso,
O en el de cierre.

(José M. Huete Gacía. Enero 2013)

MI UNIVERSO

Se desliza el aire en espirales
Sobre la túnica azul del día,
Reverberan láminas de fuego
Como cascabeles que tintinean
En las crines del tiempo,
Caballo negro desbocado,
Indómito y obcecado,
En robarle el secreto
A la pacífica germinación
De corales en tus labios.

Negué tres veces a la luna
No me acarició con sus alas de plata,
No me besó con sonrisa de nácar,
No fue diosa adorada
En la futilidad vacía de mi almohada.
Ví sus lágrimas derramar
Por una esquina de las sombras,
Eran negras perlas de nostalgia,
Se cumplió al fin la profecía
De que de ella un beso me robaría.

(José M. Huete García. Enero 2013)

lunes, 28 de enero de 2013


EL ÚLTIMO VUELO

Amor,
Cuando me veas sentado
A la sombra del viejo sauce,
Veas que se me escapa un suspiro
Tan pausado como la melancolía,
No pienses que estoy triste
Ni que de tus besos quiero evadirme,
Es que estoy pactando con el tiempo
Una prorroga antes de sentir
Su afilada punta de hielo
Estirpándome el alma,
Es que quiero que antes me permita
Desnudarte del último velo
De la mas recóndito de tu misterio,
Y saber que alguna vez
Entera me perteneciste,
Que entonces ya no tendré miedo
Porque de entre tus manos
Brotará la llama de lo eterno.

(José M. Huete García. Enero 2013)

domingo, 27 de enero de 2013


ORGÁSMICAS PREGUNTAS

Ante esta duda que me asalta,
 No por veraz menos perversa,
De si ser hombre
Es esencia, virtud, o vara de medir
Muertes sin decencia,
Miedos florecidos de verdades trasnochadas
De mentiras desabrochadas
Al pairo de lujuriosos vendavales
Que solo soplan de cintura para arriba…

Me pregunto una y otra vez
Sujetando los faldones de tu concupiscencia,
Si hay en tu cintura
Mentiras creíbles
O verdades dadas por supuestas,
Si es navegable este río
Que fluye desde tu aliento hasta tu sexo,
Si el agua que he de beber
Calmará mi sed
De mezquindades entrañables
O será la infección incontestable
Que me procura mi hombría en efervescencia.

Mas como tanta cuestión,
Mi vigor puede considerar absurda
Dilapidación del tiempo,
Dejemos que el vértigo transcurra por si mismo
Y mirémonos a los ojos
Que ahí encontraremos
Que toda respuesta es la puerta del abismo
Que todo orgasmo vaticina.

(José M. Huete Gacía. Enero 2013)

RELOJ DE ARENA

Es de cristal transparente tu cuerpo
Conteniendo toda la arena del tiempo,
Diamantes que se desprenden en instantes
Repletos de eternidades
Cuando el universo de tu dimensión entera
Se derrama en la plenitud del éxtasis.

Circuito cerrado en el fluir de tus sueños
De madre de toda tierra virgen,
Raíz profunda de la que todo vergel brota,
Agrietando el silencio de la roca,
Indagando el holocausto de agua y fuego
En que nace y muere la simiente,

E el recinto reluciente de tu cabeza
Guardas las gemas secretas de la seducción,
Donde ya succionaste en tu telaraña
Todos los resquicios de la nada,
Donde el brillo de las estrellas atrapas,
Tu cintura las destilas en circunstancias.

Y en ese oscuro subsuelo de tus formas
De hembra que cabalga oscuridades
Fustigas entre gemidos palpitantes,
Toda inocuidad de la remisa espera,
Y exiges que antes de iniciar un nuevo día
Que un último orgasmo al fin te sacie.

(José M. Huete García. Enero 2013)

ZAHORI

Soy el viento montaraz
Tatuado de lunas,
En la ingrávida penumbra,
Te busco virgen en agraz.

Soy palabra desterrada
Del polvo de estrellas,
Busco tu incólume huella,
En un nuevo lucero atrapada.

Soy vieja andanza cansada,
Pregonero de mil heridas,
Hurgo la pregunta sibilina
En la respuesta teñida de malva.

Soy gota de lluvia
Penando entre tus lágrimas,
De inocencia destiladas
Que en crisálida se anuncia.

Soy la fugaz voluta
Que tímida te insinúa,
El tenue mirada que se nubla
Cuando impoluta te dibuja.

Soy la voz antigua de las olas
La que navega al desgaire,
La que entera aún no te sabe
Y a suicidarse corre entre las rocas.

Soy el pulso de tu sangre
Que en te averigua en la boca,
El aleteo de la mariposa
Que desnuda tu hambre.

Soy zahorí día y noche
En una mano una vara
Florecida con tu nombre
En la otra un rayo de luna
Que tu frente señala.

(José M. Huete Garcia, Enero 2013)