Seguidores

viernes, 11 de enero de 2013


TE QUEDAS EN MI SILENCIO

No quiero ser dueño de tu alma
No tengo nada para darte
Ni rejas para encerrarte.

Co mis manos temblorosas
Te devuelvo al aire
Encuentra en él tus anclajes.

No llores mas por mi
El mar de tus ojos no derrames
Que conmigo ya lloraste.

Sé paloma blanca
Anidando en mi silencio
Que en mi piel ya aleteaste.

Deja en mi costado herido
El sabor sin mancilla de tus labios
Que mi dolor de antaño ya calmaste.

Solo seré el rumor del viento
De tus alas prendido
Leve carga en tu equipaje.

Solo sé el trazo de tus huellas
El rubor de tus mejillas
Cuando de mi impureza comulgaste.

Nunca seré tanto
Nunca sentiré mis manos mas llenas
Que cuando al sol vea tus lágrimas secarte.

No quiero ser el dueño de tu alma
Ni en mi llanto retenerte
Solo quiero ser quien por siempre te ame.

(José M. Huete García. Enero 2013)
SUAVE

Es tan suave tu amor
Que he visto como tu cabello
Lo labran crisálidas
Antes de ser mariposa.
Como tu piel es de terciopelo
La teje un colibrí
Mientras aletea entre las rosas.
Tu boca tiene el sabor de la fresa
Recolectada por el candor del vencejo.
Tu mirada es una brisa
engarzando flores en el almendro.
Tus manos…
No sé de que están hechas tus manos
Pero cuando con ellas me acaricias
Se desprenden del reloj las manecillas,
Germina el coral aún mas rojizo,
Calla el viento enmudecido
Por cada grito que se hace suspiro,
Y este mar que me rodea
Gime su silencio en la marea,
Llora espuma blanca
Cuando tus dedos son alas de gaviota
Volando sobre mi playa.

¡Es tan suave tu amor
Que nunca sé si te tengo
O es que tu cuerpo
Tiene forma de silencio!

(José M. Huete García. Enero 2013)

jueves, 10 de enero de 2013

ESPECTRO

Que inmisericorde es este tiempo de las sombras,
Que soledad siento en este recontar una a una las horas,
Intentando acelerar ese reloj donde se desliza el tiempo
Cambiando la tonalidad del horizonte ya despierto..

Que angustiante es saber como cierto que saberte
En ese vaivén de las olas queme embriaga y adormece
Marcando el rítmico  ritual de mis sueños
Es agotar mis dedos dibujando el aire sin poder tenerte.

Que inquietante es creer que esa mortecina llama
De una vela que ilumina la penumbra de mi estancia,
Es el  palpitante estremecimiento de tu cuerpo cuando te beso
Que en el ondulante volar de una voluta de humo te poseo.

Qué aterida se que queda el alma cuando el rito se acaba,
La madrugada se anuncia impaciente en mi ventana
Y no puedo guardarte ente los pliegues de mi silencio
Porque en mi almohada solo encuentro un recuerdo contrahecho.

¡Cuantas lágrimas derramo cuando llega el alba,
Un rayo de luz quiebra en mil pedazs el espejo
Y comprendo que en la noche solo acuné un espectro!

(José M. Huete García. Enero 2013)

miércoles, 9 de enero de 2013

EL NIÑO QUE CONSTRUÍA CASITAS DE BARRO

Fue bajo aquel chopo grande
Inabarcable a los brazos
De un niño que soñaba
Casitas de barro hechas con sus manos,
Que jugaba sin saberlo
A ser arquitecto de sus sueños,
Donde por primera vez
Supo que se enterraba la inocencia
Cuando los pétalos amargos
Pueblan de muerte
La insultante virginidad de los geranios.

Fue en aquella casa de verano
Asomada a los campos,
Entre cantos de cigarra,
El mugido de los bueyes en el prado,
La fija mirada de los girasoles,
La fragilidad libertaria de las amapolas
Imponiendo su colorido ardor
Al sumiso verdor de los trigales,
Al sorprendido mirar como tornasol
De una pupilas aún tiernas,
Cuando creyó que solo el tronar de un rayo
Podía llevarle hasta el alma el espanto.

Fue en otro tiempo
Cuando aun desconocía
Que las huellas de la herida abierta
Son siempre dolor en el presente
Que la injusticia inexplicable
Son manjar en la mesa de los dioses,
Que basta el soplar de un viento injusto
Para que la mirada mas dulce se apague
Sin mas vela que el recuerdo
Para mantenerla viviente.

¡Qué basta una patada al aire culpable
Para que se derrumbe la casita de barro
Para que con ella se inmole
Toda conciencia inocente!

(José M. Huete García. Enero 2013)

martes, 8 de enero de 2013

CUANDO TE CONOCÍ

Estaba tan distraído en esa abstracción de los mausoleos llenos de memoria,
Tan obnubilado leyendo los epitafios que se escriben con sombras de cipreses,
Tan enajenado con ese dulce sabor con que llena el aire la muerte.
Que no pude percibir como con pasos de silencio ibas escribiendo mi historia.

No es que estuviera cerca de la locura ni en busca de la ignominia
De ser y sentirme ajeno a todo fluir de la materia de los sueños,
Es que mis ojos estaban tan llenos de los tonos de amaneceres tristes.
Tan licuados de soledades, que no vieron que detrás del viento tu venías.

Me traicionó una vez mas ese tiempo tan contado y tan falso
Que traza hemisferios con senderos rectos y de las raíces hace un muestrario,
Me señaló caminos llenas de estaciones de interminables esperas,
Tan infinitas que llegué a creer que el horizonte tenía los ojos vacuos.

Me sorprendiste cuando recolectaba los frutos ya podridos de mis campos.
Me encontraste cuando el único canto era e conformismo de la cigarra.
Y era tan apremiante el fuego de la fuente dulce de tu miada,
Que vestí mi mansedumbre de gala para asistir al festín que anunciaba tu boca.

(José M. Huete García. Enero 2013)

lunes, 7 de enero de 2013

LA NOCHE ES MI TORMENTO

Arrecia la noche
En su obsesiva
Opresión de las sombras,
Dictadura de cuero negro
De látigo hecho de jirones
De la piel de mis soledades,

Con masoquista empeño
Me apreso al tormento,
Anudo los faldones de mis medos,
Ofrezco mi torso desnudo,
Hago silicio de mi sentimiento
Y a mi nostalgia no esculpo.

Una mano negra
Enguantada de silencio
Me aprisiona la angustia
En mi garganta,
Se hace tan pesado el aire
Que cada suspiro lo escupo.

Un aroma a vacío
Lentamente me arrastra
A cada bode del abismo
Que a los lados del camino
Con sus fauces abiertas
Me  reclama saciar su espera.

Ya no se si tendré fuerzas
Para mantener este equilibrio
Entre los sueños y el suplicio,
Para esperar el guiño de alba
Donde esa mirada tuya
Cada  vez de mi mismo me salva.

(José M. Huete García. Enero 2012)

domingo, 6 de enero de 2013

LAS DOS CARAS DE LA LUNA

Me mira La Luna
Desde su glauca desnudez
Y en esa cara a medias carcomida
De sombras que manchan
De pústulas sus nacaradas pupilas
Y derrama una lágrima
Un destello de luz
Que oblicuo se clava
En ese hueco vacío
Con forma de herida
Donde tu me ocupabas
Y ahora solo queda
Una llaga ensombrecida
Un trazo marcado por tu huella
Que me parte en dos el alma
De sueños me descalza
Y oculta la esperanza
Para que no haya estrella
Enamorada que en su tibieza
Me haga sentir de nuevo
Cánticos de eternidades
Respuestas encadenadas
A la espera de ese silencio
Que tiñe las totalidades
Y con la voz mas queda
De su cara de oscuridad pintada
Me asegura que no tema
Estar hecho de dos mitades
Que solo son tonalidades
Que llevan pintadas
Las nostalgias interminable
De todas la realidades.

(José M. Huete García. Enero 2013)
LATE LA VIDA

Quieta está la piedra porque siente
El placer acariciante del viento
Que fogoso redondea sus formas
Y sin permiso le arranca
Toda arista que desgarre el aire
Que la despierte de su silencio
Con un quejido que no entiende
Mas allá de ser patíbulo de los sueños.

Erecto permanece el roble
Tiene a gala no doblegarse
Cuando arrecian las tempestades,
Solo se estremecen de gozo las raíces
Cuando la lluvia persistente
Como tierna amante
Con su humedades de hembra exigente
En sus ramas hace renacer hojas verdes.

Qué imperturbable es el tiempo
Inalterable sigue caminando
Aunque en la quietud y el silencio
Parezcan aturdirse sus instantes,
La piedra no sabe
Que en su onanismo se inmola,
El árbol inconsciente ignora
Que de orgullo se está muriendo.

Tempestuosa en mis venas
Siento que la vida ávida late,
Imprudente desafío al tiempo
Olvidando quietudes y silencio
Que por domesticarme impone,
Mas como no saber que estoy viviendo
Si cuando con ternura me abrazas
Ante toda obviedad me rebelo.

(José M. Huete García. Enero 2013)