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sábado, 28 de septiembre de 2013

EN EL ECO DEL TIEMPO

Lo que el corazón dicte
me dijiste,
era un tiempo sin brillo
gris y difícil

éramos hijos desnudos
del amarillentos otoño
y una gota de lluvia
que ya no seria virgen

solo una cornisa vacía
nos protegía
y aquella esquina endeble
doblegada  a la brisa

éramos tan libres
que con el aire nos fuimos
dejamos una sombra desierta
y un eco sin nombre.

(José M. Huete García. Septiembe 2013)

D.A.R.
SUEÑOS DE NIÑO

Ahora que estás dormido,
y en tus sueños
aún estás jugando
a tus juegos de niño,
dime de que color es el océano
donde navega
ese pirata seductor y atrevido
que libera princesas
del harem del tirano.

¡Dímelo ahora,
antes de abrir tus párpados,
que quizás luego no puedas
cuando tus ojos
se llenen de espanto!

¡Dímelo ahora,
antes que te des cuenta
que difícil es soñar como niño,
cuando la inocencia
ya te han matado!

(José M. Huete García. Septiembre 2013)

D.A.R.
DANZARINA

Alzada en el punteo
de tus pies de bailarina
te confundes con la brisa,
de este amanecer
que suspira
memorias cansinas
de bohemia,
y tristezas de anochecer.

Giras y giras
encima del reloj de mi vida.
tic-tac
tic-tac
se repite la melodía,
hasta saturarme del eco
de tu ausencia,
de la vanidad de creerte mía
una y otra vez.

¿Por qué cuando te vas
olvidas la despedida
danzarina?

(José M. Huete García. Septiembre 2013)

D.A.R.

jueves, 26 de septiembre de 2013

LO EVIDENTE

Alguien, alguna vez,
le dijo al girasol
que no naciera por la noche,
que no es de su esencia
mirar cabizbajo.

Alguien, alguna vez,
le dijo al roble
que no se doblegara al viento,
que es erguido
como se reta al tiempo.

Me dices,
con el cielo que en tus ojos persiste,
que para que te cuento
lo evidente,
¡Si ya lo sabes!

¡Ay amor!
que es de lo supuesto
de donde llega el desengaño,
que de la duda
sobrevive el osado.

Alguien, alguna vez,
le dijo a este corazón rebelde,
que el amor
en la frente
no se cose como bordado.

(José M. Huete García. Septiembre 2013)

D.A.R.
PEREZOSO CAMINAR DEL TIEMPO.

De los siete pecados capitales
que con amaestrada reiteración
practico y sublevo en los interiores,
aún demasiado castos
para fatigarse en bacanales
de ser carne arrepentida,
hay uno que no perdonas,
y se hace mueca de reproche
en tu boca titubeante
de rojos suplicios
para mi sed que nada satisface.

Son perezosas mis manos
para cosechar la uva madurada
en las colinas de tus pezones,
para recolectar manzanas verdes
en los frutales de tu vientre,
para hacer acopio de dátiles
al pié de tus caderas cimbreantes,
para hacer ramilletes de azahares,
nardos, azucenas, y alhelíes blancos,
en el infinito jardín de tu sexo
cuando el campanil llama al éxtasis.

Has de acostumbrarte
a que el otoño es ese paso
cansino del tiempo,
que si el río atemperó su rugido
en el remanso de las planicies,
prefiere el mitigado llanto
que decoroso musita el aire,
dejar que su cauce
olvide la atormentada catarata,
se alimente de la sereno
lagrimeo del sauce discreto.

(José M. Huete García. Septiembre 2013)

D.A.R.

martes, 24 de septiembre de 2013

¿ES PRUDENTE LA PASIÓN?

Hay aún tantos holas
que nos debemos,
tantas puertas
que no hemos abierto

Es tan timorato el corazón,
cuando cree doler
por anticipado
si de luz se ha deslumbrado.

Con que superchería enceguece,
suponer que el miedo
es boca de riego del agua
bendecida de divino aliento.

Puede parecer el mar
sigiloso pespunte de olas,
mas como ruge
en el alma de la caracola.

Tengo un rugido
que no puedo acallar,
un aullido hambriento
que cervatillo te sueña.

Como amansar el volcán
que bulle en mi sangre,
si tus caderas
son provocativas laderas.

Si hemos de acordar
copular prudencias,
enjaular del viento
su furioso cántico

Escrito he de dejar
antes de abrir la puerta,
que un hola sin alma
un adiós va a preludiar.

(José M. Huete García. Septiembre 2013)

D.A.R.

lunes, 23 de septiembre de 2013

LA VOZ DEL OLVIDO

Puedo vivir mil años
con mi boca
ardiendo en la ausencia
de  tus besos

Con mis manos alzadas
rogando al cielo
una gota de lluvia
parecida a tus caricias.

Con mis ojos
enfebrecidos de añoranza
porque en el alba de tu mirada
ya no parpadea el deseo.

Pero no puedo vivir
ese desasosiego de saber
que hablas de amor
sin llevarme en tu recuerdo.

(José M. Huete García. Septiembre 2013)

D.A.R.

domingo, 22 de septiembre de 2013

SESENTA Y SIETE OTOÑOS.

Hoy sé que he vivido
sesenta y siete otoños,
que otra vez
en mis raíces siento
la necesidad de abrigo,
para sesenta y siete
primaveras que ya han florecido
con flores y rocío,
con lluvia de criatales
humedecido,
para sesenta y siete
veranos que ya recolectaron
erutos que revenaron
excesivos,
sesenta y siete
inviernos ya ateridos
de hielos solitarios,
de llanto congelado.

Ya he abierto y cerrado
sesenta y siete veces
la puerta que esconde
el misterio
de ser simiente inerme
y hasta la altura del árbol
haber crecido.

(José M. Huete García. Septiembre 2013)

D.A.R.
DIA Y NOCHE

Asoma por mi ventana
el alba primeriza,
inmaterial,
delicada caricia
que aplaca el impudor
De las sombras libertinas.

Ese instante  mágico
en que la pasión adormece,
húmeda brisa de rocío
que los pétalos embellece.

En la quietud del mar
tu memoria se pierde,
como esa ola aburrida
que se va y ya no viene,
como esa luna que solo
su lado oscuro deja presente.

Es arduo el lento amino
que en el tráfago de aromas,
sonidos, colores, sabores,
sombra asida a mis tobillos
quisiera que fueses,
que con cada paso te nombre.

Eres la luciérnaga lasciva
imperiosa ama de mis noches,
la vacua oquedad del deseo
que hace mis días atroces.

(José M. Huete García. Septiembre 2013)

D.A.R.