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sábado, 5 de abril de 2014

FLEGÍA A LA AUSENCIA


Volveré otra vez a los parterres
donde florecen los secos silencios,
sin el rocío de las palabras verdes,
sin la humedad de tu vientre repleto.

Volveré al  reiterativo camino
de saberte tan cerca en las raíces,
de hallarte tan lejos en el designio
de que seas la luz de mis candiles.

No hay andares plenos de virtudes,
no hay estaciones para los lamentos,
ni cambio de raíles para las luces,
ni vagones que lleven al tormento.

Es tan singlar andar entre estrellas,
tan necesario tender otras redes,
tan fugaces las olas en la arena,
tan efímero el candor de los peces.

Si tan solo puedo atrapar un sueño,
si es beberte aún uva en las vides,
si es cosecharte pecado en renuevo,
si es embaucarme con horas felices.

De la tierra áspera serán mis besos,
inventaré cadencias a la lluvia,
cerraré con rejas estos jardines,
serán de agua los besos de la luna.

Y si un canto de gallo me sorprende
cobijando tu aroma entre sábanas,
no creas que el sudor perla mi frente,
es que amándote se me quedó el alma.

(José M. Huete García, Abril 2014)

D.A.R.

viernes, 4 de abril de 2014

LA ÚLTIMA VOZ

Cuando el corazón
es solo una oquedad,
por donde desaguan
los sueños
cansados de esperar.

El tiempo una anécdota
esférica,
que ya solo llega puntual
para, con respeto,
dar sepultura
al día que se gastó
sin comenzar.

Las horas son como olas
desmemoriadas,
que una y otra vez
dejan la tenue huella
de su fugacidad.

Cuando el alma
ya vaga desnuda,
descreída,
hasta el ignorado
punto cenital
donde nada reclamará.

Emerge entre la bruma
como un susurro,
como un suspiro,
como un murmullo,
como orgasmo virginal,
las palabras mas dulces
que haya oído.

¿Por qué te vas, sin esperar
que llegue el tiempo
en que te he de amar?

¿Acaso estás obligado
a creer, sin preguntar,
que estás mas acá
que la eternidad?

(José M. Huete García Marzo 2014)

D.A.R.


VOLUTAS  DE HUMO


Fumo ...
cada vez más en secreto,
y veo entre las volutas de humo, formas  imaginarias ...
de fantasmas,
de ángeles y gnomos. sonrientes,
traviesos, y, a veces,
me dan miedo,
como si me avisaran,
de que el humo es nada, y de la nada huyo.

Y te imagino, entre  las volutas, denuda,
plena como la luna,
sugerente,
promiscua de mis sueños, en tu cuerpo la lujuria, prometida en rojo, incumplida,
solo gris como el humo, y te acaricio
de principio a fin,
en el recodo de tus muslos, sin dedos,
sin manos,
sin cuerpo ...


Fumo ...
exhalando suspiros, repetidos,
señales de humo, hasta más allá
de donde te espero,
en un lecho de estrellas  del  Universo.


(José M. Huete García. Mayo 2010, D.A.R.

jueves, 3 de abril de 2014

AMAR EN SILENCIO


Hay tantas palabras
que no sé decir
y callo avergonzado,
tantas que sé decir,
y no dirá jamás
mi corazón acongojado.

Hay tantos silencios,
que en mi
guardan los sueños,
tantos se me quedan dentro
por temor a gritarlos
a voz en cuello.

Se hace ya tan largo
este tiempo sin voz.
Tanto guardarte en silencio,
de no poder decir,
de temor a afirmar
que te llevo dentro.

Es tan doloroso
este acerado tormento,
de tener que discernir
a cada alba,
si amarte puedo,
o este esperar es eterno.

(José M, Huete García. Abril 2014)

D.A.R.

miércoles, 2 de abril de 2014



LA VIDA DE OTRO

Tu me desesperas
con tu tardanza,
con tu inflexible necesidad
de medir la distancia,
que nos divide el alma
con silenciosa navaja.

No me quedan ya
historias que contar
a ese reflejo que me mira
con las pupilas vidriada,
y dice que soy yo
esa vela sin llama.

No sé si recoser los hilvanes
de la esperanza
para que no se desparrame,
o hacer añicos
ese maldito espejo
donde me diluyo en ecos.

Si esperarte
es este tormento,
de vivir la vida de otro
que me llena los huecos,
prefiero el pecado
de adjurar del cielo,

(José M. Huete García. Enero 2014)

D.A.R.

martes, 1 de abril de 2014

HORAS VIRTUOSAS

A esta noche
se le ha parado el pulso
de las sinrazones,
se le ha abierto
una pulcra grieta
al silencio,
por donde se atisban
impolutas luces
como alógenas  virtudes.

Hay tanta mesura,
tanta templanza
en la luminosa luciérnaga,
tanta quietud
en la lasciva caricia de la luna,
tan erecta la llama
en la no consumada virginidad
que me ilumina.

Es tan prudente
el paso del reloj
que maca las horas de la cordura,
que llena de pausas
la intranquilidad de mi mente,
que hace tan tenue
el lamento que transita
el laberinto de mis soledades,
el abismo de la locura.

Que fortaleza han de tener
mis ojos fervientes,
cuando apareces
tan gélida,
tan equidistante,
tan perfecto el edelweiss
que florece en tu frente
para no creer,
que eres parecida a la muerte.

Que justa
ha de ser el alba
cuando peco por impaciente,
cuando sé que
he de estar alerta,
si una voz con cara de ángel
me dice que la pasión
ha de tener plastificada sonrisa
para ser elegante, elegante.

Volveré a saludar el día
con el canto intransigente
de los ruiseñores,
con la frenética elocuencia
del relámpago,
con la ansiedad que florece
en la acera invidente,
donde la virtud se intuye
como lazarillo rebelde.

(José Huete García, Marzo 2014)

D.A.R.


QUEDA LA POESIA

Amor,
me gustaría poder contarte
que en estos días
donde el tiempo se acelera,
y todo es tan cambiante
que produce vértigo
mirar afuera,
hay cosas que permanecen,
que hay una fuerza esencial
que sujeta lo de antes
a lo que sin promesas viene,
que impide,
que todo se derrumbe,
que lo que fuimos
solo sea eco de lo efímero.

Me dirás que las cosas
han de cambiar,
que es la esencia del tiempo
traernos nuevos azares,
llevarse lo gastado,
lo inservible por usado,
por inadecuado,
cambiar el motivo
de nuestros tormentos,
los ídolos a los que adorar,
los muertos a los que llorar.

Y sé lo que te digo,
porque un verso errante
apresura en mi boca
el inmutable sabor del verbo,
el enigma de lo eterno.
que late inquieto
floreciendo en mis manos
escapando entre mis dedos,
torrente que en tus venas
cuando con un beso
te inoculo
la fe que me queda
en las letras d un poema.

(José M. Huete García. Enero 2014)

D.A.R.

lunes, 31 de marzo de 2014

EL ETERNO  REGRESO

No sé si el tiempo
se ha dado la vuelta,
para traerte de nuevo
a este lugar donde vivo
ya tan lleno de recuerdos,
o es que nunca te fuiste,
y te quedaste
entre las flores del almendro
que celebra
primaveras en invierno,
o en la foto fija de ese horizonte
que no se apaga por las noches,
o es que aquel último beso
que me diste,
cinceló en mi piel,
para siempre, tu nombre.

No sé si este sabor tan dulce,
que me invade
tan persistente,
es porque no se agrió el vino
de esa uva
que con tanto cuidado
pisaste,
cuando cosechábamos la pasión
hasta sus raíces,
o es que la locura de amarte
sin medidas ni tiempo,
hace tan inmenso el deseo
que desborda la barrica
donde madura el olvido.

(José M. Huete García. Marzo 2014)

D.A,R.

domingo, 30 de marzo de 2014

LA FUERZA DEL DESTINO

Tantas veces me he vestido
con los sagrados ropajes del creyente.
Tantas veces me he arrodillado
para orar ante los ídolos
de las fútiles certezas.
Tanta veces he llorado mi desilusión
sin arredrarme,
afirmando que también lloran los sauces.
Tantas veces he negado
la controvertida verdad del tiempo,
para seguir creyendo que el amor
es esa incontrovertible acertijo,
que solo comprende el corazón.

Tantas veces he buscado aterido
la calidez de tus ojos
en la mirada pálida de la luna,
tantas veces he sentido tus caricias
cuando eran de sol tus manos,
y yo un girasol entristecido.
Tantas veces te he sentido lluvia
cuando mi piel era trigal sediento,
rocío henchido en mis labios,
cuando eran claveles moribundos
en la áspera arena de un silencio.

Tantas veces he creído
que lo soñado nunca fue vivido,
que mi corazón es prisionero
de un cerebro siempre aguerrido.
Tantas veces he adjurado
de la voz radical de los sentidos,
que ahora que ya no hay ocasos
sin pecados concebidos,
y el alba llega mas despacio,
es este momento de la tragedia,
cuando siento que por perdedor
recalcitrante,
 tengo merecido aplauso
y un destino bien cumplido..

Dame el aroma de una rosa
y las notas del viejo piano
en un rincón olvidado,
tráeme otra vez la luz de tus ojos
en marco repujado,
la sonoridad de tu risa
jugando al escondite
entre los pesados cortinajes,
que mi lamento por siempre será tuyo
mientras mi corazón lo escribe
en el teclado de este piano,
y del tiempo ya solo queda
la sórdida danza de un espantajo.

(José M. Huete García, Marzo 2014)

D.A.R.