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sábado, 31 de agosto de 2013

PORQUE TODO ES LO QUE PARECE

A veces,
cuando el mar no está en su sitio
y el viento dibuja
falsas gaviotas
en el iris con que te miro,
no sé si eres el rocío
que humedece el ibisco
o el golpe de ola
que arranca del cielo
lluvia de luceros heridos.

A veces
La Luna ilumina tu sombra
entre jirones de vacío
y de hielo te percibo.

Apuñalo con saña el aire
con hoja de doble filo
para escucharte en su gemido

Delimito con bordes el océano
para que sea la gota
que lo desborde dormido.

A veces,
ocupas ese lugar entre mis párpados
que salitre se secaba
porque con una pena te acariciaba,
ahora me pesas en el alma
porque añorar tu boca
es la oración mas rezada.

No se si ya te fuiste
en lo fugaz de un sueño,
o estás viniendo
cuando te haces reflejo.

Si alguna vez estuviste,
si es que este eco que siento
es que solo es lo que parece
la vedad del sentimiento.

(José M. Huete García. Agosto 2013)

D.A.R.
DESPRECIO

Que asco me das
cuando me miras
con tu mirada tan cuidadosa
de no contaminarse
del miedo que te da
no conocerme
verme tan diferente
sin poder ejercer
tus lecciones bien aprendidas
para clasificarme
etiquetarme
adjetivarme
decidir
si soy basura
a eliminar
o acogerme con la frialdad
con que se abrazan
los tuyos.

¡Tanto asco me das
que cuando pasas
tan elegante
tan cuidadosamente aseado
tan ignorante
escupo con rabia
para mancharte!

(José M. Huete García. Agosto 2013)

D.A.R.

viernes, 30 de agosto de 2013

EL LARGO TIEMPO DEL OTOÑO

Cuando te adentras en las intrincadas frondosidades de mis otoños,
Paseas tan absorta en encontrar el significado de tanto árbol marchito,
De tanta tristeza instalada en los nidos vacíos que lo habitan,
En el decrépito colorido que tras el viento se tiñen las hojas caídas,
En mis raíces una lagrima de savia se agita.

Tan despacio, con el tacto de las manos enervado de ternura, acaricias
Cada herida que el tiempo fue horadando en la dura corteza del roble,
Cada llanto de pesada lluvia que va dejando la tierra vestida de tristeza,
Con los pies descalzos vas pisando los surcos repletos de huellas,
Cuando un corazón aún anchuroso te ansía.

Tus ojos despojados ya de la mirada que se habita de melancolía.
Busca en el aire la antigua cadencia de la vida cuando era melodía,
No quieres olvidar que no hay viento que sentencie  la muerte,
Que no hay tiempo que amargue los vestigios del sabor dulce de la tierra,
Y mientras en los cauces secos de mis venas la savia se entibia.

Mira en la profunda mirada del otoño que amarillea antes de la despedida
Y encontrarás la respuesta a la pregunta que te queda,
¿Es acaso despreciable el girasol que pleno de simiente se rinde,
Porque la luz es un eco que  entre colores encubre la  desidia?

Y por todo eso que adivinas en mi alma con delicadeza
Y el sonido armónico de las palabras que pronuncias y me concluyen.
Se que ya no hacen falta primaveras para desde el alboroto de tus cabellos
Hasta la sensatez del atrevimiento de tu entrepierna,
Hay un largo caminar que a lo cierto desafía.

(José M. Huete García. Agosto 2013)

D.A.R.
DESESPERO

He de robarle al aire
hasta el último átomo de tu aroma,
el que dejaste exudado
en cada rincón de la noche
mientras nos amamos.

He de hacer memoria
de cada suspiro que me regalaste,
de cada gemido
con que te entregaste
hasta calmar mis soledades.

El día es piélago de luces
que me deslumbran
de matizados coloridos,
que me dejan enceguecido,
sin poder mirarte.

Tan mal me acostumbraste
a beberte sin pausa,
a borrar del tiempo las horas,
que si en esperas te mido
he de desesperarme.

Para encontrarte
en esta iluminada ceguera,
he de sentirte tan dentro
que en mis venas,
en el palpito de mis sienes
seas la única sangre.

(José M. Huete García. Agosto 2013)

D.A.R.
PALABRAS REBELDES

Se me sublevan las palabras
Que aprisioné
Entre las rejas de un paréntesis,
De una coma,
De un punto y coma,
Entre torturados interrogantes,
Cuando aún eran tan niñas
Que aún no permitían
Tejer con ellas un paraíso,
Un completo muestrario
De los dislates.

No hay soberbia en su rebeldía
Solo dignidad
De humildad sometida,
Quieren que las despoje
De toda grandilocuencia,
Que les devuelva la inocencia
De las cosas sencillas,
De los pequeños ropajes
De las verdades enteras,
De lo que sin puntos y aparte
Fluye sincero
Sin diques ni cauces.

Y ahora no me queda mas remedio
Que escribir un poema
Que te diga lo que siento
Con el palpitar de mi sangre,
Sin aromas de sándalo
Sin sabores de rojos néctares
Sin arrullos
En los suspiros del aire,
Sin la extravagante miseria
De ocultar bajo tu piel el deseo
Que en mi es
Explicito tormento,
Solo dejar que la vida derrame
La verdad de un requiebro
Que te nombra libertario.

(José M. Huete García. Agosto 2013)

D.A.R.

martes, 27 de agosto de 2013

CIEGAS MIS OJOS

Hay un destello indescifrable en tu mirada,
Es como un halo sin magnitudes
Recorriendo la infinita profundidad
Del receptáculo donde se derraman
Estrellas como luciérnagas de agua clara.

El girasol se agita inquieto, se irrita
Violentando sus seguridades contadas,
Por el eterno goteo de la lluvia,
Por el sutil abrazo de la brisa en la cintura,
Por mil años que inmutables se declinan..

Se ciega con esa luz infinita de tus ojos,
Y ante ese misterio que hace imposible
Dibujarte como huella comprensible,
Sumiso inclina su cerviz altiva
Aceptando que ha de caminarte ciego y solo.

(José M. Huete García. Agosto 2013)

D.A.R.
DESNUDA

Amanece lentamente,
como el paso cansino de la Luna
que no quiere decir adiós,
con las incertezas del alba
buscando el pétalo adecuado
para depositar su rocío manso.

Hay una oración en el viento,
rezada al unísono
por un grillo que carraspea
su insomne chirrido,
y un aleteo de gaviota
que con sorna de perdón me despoja.

Me persigno resignado
con la mano izquierda,
la que me queda libre,
la otra quedó esta noche
en un bolsillo de tu piel
cuando tu esencia buscaba.

He palpado tu cadencia mas íntima,
y los bodes oscuros
de tu verdad mas precisa,
he desparramado la calderilla
que atesorabas de bonitas palabras
y entre considerandos te enmascaraban.

Espero que la penumbra se vaya,
anhelante de esa verdad
eternamente prometida
de contemplar tu desnudez
germinar de la tierra
tras la caricia lujuriosa de la lluvia..

(José M. Huete García, Agosto 2013)

D.A.R.

domingo, 25 de agosto de 2013

QUEDA LA NOSTALGIA

Dos llaves tiene la noche,
y un lamento enamorado
drendido del rasgado
de una guitarra triste.

Una llave para abrir la puerta
de la pasión que la habita,
la encendida cadencia
del aire que te suspira.

La otra llave para cerrarla
cuando pare la música,
cuando el último baile
solo sea eco en tu cintura.

Callará la guitarra
en un rincón olvidada,
nadie le escribirá un quejido
ni un poema de despedida.

Que has estado conmigo,
una herida profunda
supurando albas sin brillo,
para siempre lo atestigua

(José M. Huete García, Agosto 2013)

D.A.R.