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sábado, 16 de febrero de 2013


LA DISTANCIA

Sé que entre esta orilla
Donde aún quedan en la arena
Vestigios de luna llena,
Y la tuya
Donde el alba
Se desnuda de estrellas.
Hay una larga travesía,
La que marca la distancia
Entre el exilio
Que el silencio me impone,
Y el regreso
Que mi memoria rechaza.

Huí de tanto dolor
Sin esperanza,
De tanta fe que se derretía
Como la cera
Cuando la llama se acaba,
De tanta espera
Que sin tregua me desvestía
De la inocencia intacta,
De tanto beso
Quemándose en los labios.
De tanta caricia
Como reloj de arena,
De tanta palabra
Agazapada con miedo
En la garganta.

Mas no partí
Con el viento del olvido,
Y no encuentro puerto
En este mar de la nostalgia.

(José M. Huete García. Febrero 2013)

viernes, 15 de febrero de 2013


ESPANTAPÁJAROS

Esta noche me gustaría contarte lo que piensan los pájaros,
Sé que puede parecerte intranscendente,
Una provocación incoherente,
O el inconfesable intento de despojarme de lo humano,
De no hacer frente a las exigencias de mi piel.
Que es llaga incandescente y me duele tanto.

He de confesarte que durante el día
Siento la inclemente soledad del espantapájaros,
Y por las noches en bandadas anidan en mis brazos.

Sé que a pesar de habitar el aire no creen en lo sueños,
O quizás sea por eso,
Pues soñar es alejarse del suelo para rozar el cielo.
La única esclavitud de que admiten es cuidar su plumaje,
Saben que sin alas el hambre se torna insaciable,
Su ambición que la brisa los lleve libres por el páramo.

Con sus trinos me dicen que no me tienen miedo,
Y cuando vuelan ami lado,
Condescendientes me guiñan un ojo,
No entienden por qué el hombre pone puertas al campo,
Por qué rodea de alambre de espino a lo que es de todos
Si es mas fácil dejar crecer las alas que cuidar del huerto.

Aunque me veas solitario y cabizbajo,
No piense que es dolor lo que siento en la cruz de mis brazos,
Ni me digas que al menos los payasos tienen un salario,
Ni me pidas que sea razonable para volver besar tus labios,
Mejor decídete a copular con el viento,
Y páreme de nuevo en un nido de pájaros.

(José M. Huete García. Febrero 2013)

A UNA PALMERA

Me mira tras su abanico la palmera
Coqueta e intranscendente,
Me seduce con el sutil balanceo
De sus caderas,
Con el ritual de gestos
De alta dama desvergonzada,
Pone en la brisa
Un insinuado beso,
Para que hasta mis labios llegue
El sabor de su capricho,
El aroma que guarda
Para una noche en celo.

Yo le contesto
Con un requiebro en la mirada,
Que esta noche me espere
Que seré puntual a la cita,
Que peine su cabellera
entresacada de lunas.
Y una estrella danzarina
En la procacidad en su cintura.

(José M, Huete García. Febrero 2013)

CANTO NUPCIAL
Amor,
Te estoy esperando
Para celebrar nuestros esponsales.
El ritual sagrado que nos libere
De la obligada deglución del destino,
Del apremio incesante del miedo.

Te estoy esperando
Con la impaciencia de los rosales,
Con la imprudente desnudez de los claveles,
Con la perenne fe de los pinos,
Con las manos repletas del tiempo.

Amor,
Te ruego que por esta vez no te olvides
Que hasta las olas aquieté
Para esperarte,
Que al invierno despojé de su hielo,
Que la eternidad se consuma en un instante.

Cuando oigas el canto de los ruiseñores.
El nervioso aleteo del vencejo,
El descarado corretear de los gorriones,
Es porque están ya celebrando
El festejo de las promesas ancestrales.

(José M. Huete García. Febrero 2013)

jueves, 14 de febrero de 2013


SOLILOQUIO DE MIS SOLEDADES

No enmudece la caracola en la quietud del mar
Es su sino ser canto de lo profundo.

No es la caricia de La Luna la que agita las olas
Es la ansiedad de mudar la aspereza de la sal
Por la tersura de la espuma,
Para que sea agua bendita la que santigüe
La frialdad mortuoria de las estrellas
que en mi playa mueren de soledad desnuda,

No acalla ala lluvia su repiqueteo en el remanso
Es su destino ser llanto de lo eterno.

Se empeña el sauce en ser de la madera
Que la nostalgia a golpe de lágrima a ti me crucifica.

No es de tu ausencia con sabor metálico
De lo que están hechos loa clavos,
Es la vaciedad de tantas horas robadas
Con que el estilete impávido del tiempo
Traspasó la inocencia que florecía en mis manos,
Cuando la fe alargaba la espera en espanto.

No cesa en su lamento el viejo saxo,
liberar de esclavitud el alma es su destino.

Aherrojado a tus cadenas espero la sentencia,
No sé si es la danza de la sombras
La que la está escribiendo,
No sé si será los destellos ansiados del alba
Los clarines que anuncien el decreto
Que dictamine si aún estoy vivo o ya he muerto.

(José M. Huete García. Febrero 2013)

TARDE TRISTE

La tarde está penando
En grises matices de llanto,
En la playa el mar
Se muere a cada rato,
Los rojos claveles
Que hoy corté para ti
En añoranza de tu risa
Se están marchitando.

Esta tarde tiene
El aire apesadumbrado,
Tus lágrimas son lluvia
Que llora muy despacio,
Tus palabras suspiros vacíos
En la mudez de tu canto,
Mi piel añora tus caricias
Mi boca la humedad de tus labios.

Esta tarde cerraste la puerta
De tu mirada clara,
La que tiene el color del alba,
Y enceguecieron mis ojos,
No encuentro entre las sombras
El resto de esa llama
Que en tus mejillas revive
Si de ternura te lleno el alma.

(José M. Huete García. Febrero 2013)

TU VOZ ACALLA MI LLANTO

Me llega tu voz a veces tan lejana
Como el rumor del torrente
Deslizándose por la por la grieta
Profunda que el tiempo socavó
En la esbelta ladera de la montaña.

Yo soy campiña sedienta
De soles quebrados en mi espalda,
El quieto suspiro del desierto,
El trajín cansino del hormiguero,
Tu eres el rugido contenido del río
Que fecunda mi silencio.

Me llega tu canto a veces tan cercano
Como el aleteo del colibrí hambriento,
Buscando el dulce sabor de lirio
Que abre su corola la viento.
Y sin permiso arrebatas de mis pistilos
La gota mas escondida de mi deseo.

Yo soy la nota pintada de negro
El indefinido sonido de un llanto,
Esperando el pálpito de tus manos,
El roce suave de tus labios,
Que escriba en toda su escala
La integro pentagrama de mis sueños.

(José M. Huete García. Febrero 2013)

miércoles, 13 de febrero de 2013


DUALIDAD

Esta noche vinieron hasta mi ventana
un cisne negro y una paloma blanca.

El cisne elegante bailaba su muerte
ataviado con su mortaja
de agua oscura y lunas apagadas.

La paloma al aire arrullaba
con su sonrisa de gala,
con su plumaje las sombras abanicaba.

Esta noche fue de risas y tristezas,
Esta noche eras cisne negro
Cuando te besaba,
Eras paloma blanca
Cuando te abrazaba.

Esta noche cuando te amaba
supe que poseerte
es éxtasis aleteando al alba,
es epitafio cuando el día acaba.

¡El que con mi sangre,
hora a hora,
vas grabando en mi nostalgia!

(José M. Huete García. Febrero 2013)

lunes, 11 de febrero de 2013


COMO EL MAR

Siento el sonido del mar,
Es casi un susurro que me adormece.
Que me mece.
Me imagino madero a su merced,
Errante en estelas de espuma
Salpicadas de estrellas
De caricias de luna,
Es tan cálido el momento…

Que en el te sueño,
Me entrego,
Te pertenezco,
Eres el aire de mi silencio.

Sé la ola que viene despacio
Desde el horizonte,
Repetitiva,
Incesante,
Déjame una y otra vez
Ese sabor a  sal
Que tan dulce me sabe,
Y vete.

No soy la orilla
Donde mueres,
Soy la arena
Qe hace de tus huellas
Tiempo indeleble.

(José M. Huete García, Febrero 2013)

TU MIRADA

Quisiera que esa mirada tuya
Fuera la luz que me ciegue
En cada amanecida,
Luz de caricia ardiente
De manos incandescentes,
Que me abrasen,
Que cautericen en mi piel
Toda llaga doliente,
Que me consuma hasta que sea
Solo el peso de la ceniza.

Quisiera que esa mirada tuya
Fuera el mar que me inunda,
Que me desnuda
En el vaivén de la marea
Y me hace arena
Entre tus dedos de sal enardecida
Abriendo estelas en mi piel
Con la espumosa lujuria
De la mas vieja sabiduría,
Que cada ola fuera fiero embate
Que hasta lo mas profundo de ti
En éxtasis me arrastre.

No quiero seas llama sin viento,
Ni lluvia sin tormenta,
Ni candor sin miedo,
Ni puente sin abismo,
Ni abismo sin vértigo,
Ni de mi tristeza parapeto,
Ni trinchera de mi lamento.

¡Quiero que seas para mi ardor
Campo abierto,
Y que en tu mirada se inicie
Todo camino incierto!

(José Huete García. Febrero 2013)

domingo, 10 de febrero de 2013


HERMANOS DEL MISMO VIENTRE

Son caudalosos los ríos que en el mar terminan,
Es pequeña la gota de lluvia que al amar a la tierra
En pan de hogaza y vino de bota germina,
Es sentimiento el pálpito entre lo que nace y termina.

Si es de caminos que se entrelazan que se hace la vida,
Si lo que nace y lo que muere son notas de una sinfonía,
Si en la voz desgarrada de una vieja guitarra,
o en el lamento de un saxo derramamos la misma lágrima…

¿Qué es lo que tanto nos separa,
Que es lo que distancia nuestras miradas?

¿Por qué el llanto prende hambriento en tus mejillas
Cuando en las mías la saciedad brota sonrosada?

¿Quién nos desgajó haciendo partes de un todo,
Quien trazó en nuestro pensamiento las líneas
Que en hemisferios y latitudes nos dividen el alma?

No tiene color diferente la savia que recorre
Desde la raíz mas profunda a la copa mas alta,
La fronda doliente del sauce que amarillea,
De la virginal vestimenta del almendro en Primavera.

No hay doctrina que pueda fabricar distinta sangre,
Ni decretos de poderes reinantes que designen su cauce,
No hay verdad ni mentira cuando los ojos desafiantes
A la misma altura deciden mirarse.

No creas en tu miedo si te dice que somos diferentes,
Que ese sentimiento que sin permiso te inocularon,
Es el único veneno que puede amputarte las manos
Para unirlas a la mías y caminar ambos de frente.

(José M. Huete García. Febrero 2013)