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sábado, 30 de noviembre de 2013


MEMORIA DE UN TIEMPO EN ROJO

No hay nostalgia en mis ojos
que no ven el vuelo corto del tordo,
pero si el sigilo de tu brisa
cuando cálida se posa en mi torso.

No hay tristeza en mis manos
que ya castillos no edifican,
pero si la cadencia de tu lluvia
cuando es sonrisa en mi rostro.

No hay melancolía en mi boca
que ya no bebe noches de uva dulce,
pero si el eco del salitre
cuando tus suspiros son olas de gozo.

No hay soledad en mis pies cansados
que ya no peregrinan océanos,
pero si el suave trazo de tu voz
cuando desnuda mis contornos.

No desfallece mi deseo
cuando el fuego se apaga en Otoño,
pero si se aviva la roca silente
cuando tu aliento es rescoldo.

No llorará mas mi alma
cuando en metros mida la distancia,
si en ella eres muesca del tiempo
memoria de un sueño vivido en rojo.

(José M. Huete García. Noviembre 2013)

D.A.R.
DE VIRGINIDADES

Puede parecerte
airada intemperancia,
o poco modulada altivez
si te digo,
que la única virginidad
que respeto,
es la de la mariposa
cuando aún crisálida
 probó de la flores
el dulzor de la lujuria.

Si la flor de azahar
a la abeja
seducirla permite,
o la rosa
al colibrí
ofrece provocativa
su colorida lascivia.

¿He de respetar yo,
la virginidad
de tu secreto concupiscente,
si hasta en el aroma del aire
la percibo?

(José M. Huete Garcia. Octubre 2013)

D.A.R.

viernes, 29 de noviembre de 2013


REMENBRANZA

Desde esta terraza
asomada a tantas esquinas,
a tantas callejas,
he vuelto a escuchar
el lamento del saxo,
mas triste,
mas lejano.

No ha sido al caer la tarde,
ni derramaba lágrimas negras,
era noche profunda,
y su voz un pentagrama
monocorde,
un doloroso gemido
como si fuera su último acorde.

Y tu,
que tanto fuiste,
que tanto te quise,
te haces presente,
y te digo
que siempre habrá un saxo
que te traiga del olvido.

(José M. Huete García. Octubre 2013)

D.A.R.
NÁUSEA

Mil esquemas rotos
en un vaso vacío
una quimera derramada
por el suelo pisoteada
una mirada asqueada
de contemplar la nada
unos besos sórdidos
amoratando los labios
esa náusea que quedó
en la memoria nublada
de aquella noche
en que nos prohibimos
remansar el deseo
entre cálidas palabras.

(José M. Huete García. Octubre 2013)

D.A.R.
NAVEGANTE DE UN SUEÑO

Entre las sombras negras
que entenebrecen mis párpados
insomnes,
y ese mar silencioso
que con alevosía
me aleja del horizonte,
donde en su línea firme
averigüé el azar de la distancia,
dejo navegar
el pequeño velero de mis sueños.

En esta orilla de otoños ciertos
y pesarosos,
dejo esos miedos tan hondos
con que de la savia
hacen lágrimas los sauces,
anuda el tiempo a su tronco
el roble rebelde,
que se siente morir de desaliento
con la cruel caricia del viento.

En aquella orilla me espera
la primaveral promesa
de tu piel de ámbar y terciopelo,
de la inacabable salmodia
que oran tus labios melosos,
del pan que cada mañana amasas
con la ternura de harina virgen
de tus manos tibias,
en la campiña de tu vientre
recoger ramos de flores silvestres.

No desesperes si tardo,
mantén encendida la luz del faro
que se hace alba en tu mirada,
pon en orden las horas
en que palpita fuego en los soles,
las adormecidas en tonos morados,
la ceguera premeditada de la noche,
desarruga la seda de tu regazo,
y cuando en el me cobijes
cura mis heridas muy despacio.

(José M. Huete García. Noviembre 2013)

D.A.R.

jueves, 28 de noviembre de 2013


LA INOCENTE BRIZNA DE HIERBA VERDE

Es tan difícil no pisar
esa brizna de hierba tierna y sincera
entre arreboles de amapolas
y primaveras de trigo verde

Es tan difícil distinguir
la gota de lluvia que ama a las flores
de la que amamanta sus rencores
entre nubes inclementes

Así te recuerdo alondra
en el revés de toda huella
que atolondrada se queda atrapada
en la retina de los surcos silentes

Así te pienso paloma
trayendo en ti pico atrevido
la palabra del olivo joven
la nueva savia que al epicúreo hiere

Así te siento rosa naciente
desclavando tus espinas
de los tallos ateridos de frío
aterciopelando vientos que te mecen.

Ya no quedan palabras escuetas
para huir del cadáver que hiede
para respetar los estrechos limites
de los caminos que solitarios mueren

Es la hora de alzar el grito
ante el injusto castigo
de ser la pequeña brizna verde
ahogada en vivos colores que mienten.

(José M. Huete García. Noviembre 2º13)

D.A.R.
SIN DESPEDIDA

De desvalimiento
se tiñe mi mirada,
si a tu piel aferrada
se acostó mi piel cansada,
y al despertar,
solo hay un vacío
en tu almohada,
sin aroma a sudor
de noche apasionada,
sin la humedad
de una lágrima
en despedida derramada.

Lo que para ti
ya no tiene importancia,
en mi es lluvia que orada
un agujero negro,
una oquedad que queda
donde cultivé
con todo cuidado
un mar de rosas blancas.

¡Cuanto dolor me dejas,
cuan larga la nostalgia
que por caminar me queda
con el alma agachada!

(José M. Huete García. Octubre 2013)

D.A.R.

miércoles, 27 de noviembre de 2013

CALIMA

Amanece otra vez,
despacio
desesperadamente lento,
sobre el camino angosto
donde peregrinar
se hace eterno.

Se empeña la luz
en taparse con velos,
en insinuarse
tras esa celosía
que impide al verbo
hacerse gorrión en vuelo.

Una maraña
de pesarosos grises,
alzando desde el asfaltado hueco
del pensamiento
la pegajosa bruma
del sentimiento.

Se hace tan pequeño
el paisaje de mis ojos,
el navegar de mi manos
sobre el destello apagado
de tu cuerpo
que diluye el deseo incierto.

Amanece otra vez
con paso tan lento,
que no me queda mas remedio
que abrochar mi desnudez,
y resguardarla
tras un silencio escéptico.

(José M. Huete  García, Noviembre 2013)
D.A.R

martes, 26 de noviembre de 2013

COSAS SIN IMPORTANCIA

Qué me importa,
con quién,
cuando,
ni donde
dejaste de ser paloma blanca,
si ya sé
que no hizo nido
tu sentimiento..

Qué me importa,
si tus labios
otros labios han besado,
ni si dejaron miel
en tu recuerdo,
si ya sé,
que te mueres
por el que yo te ofrendo.

Qué me importa,
que en tu piel
hicieran surcos otras manos,
ni si fueron espigas
lo que brotaron,
si ya sé,
que solo las mías
te modelan como barro.

No es presunción
De macho enfebrecido,
solo certeza indubitable,
que nadie te amó,
con la misma pasión
que yo te amo.

(José M. Huete García. Octubre 2013)

D.A.R.
PASIÓN VIRTUAL

No me interesa,
cuanta técnica pictórica
requiere
dibujar a grafito
un corazón ardiente,

ni cuanta maestría poética
se necesita,
para escribir a brochazos
de tinta indeleble,
un “Te quiero para siempre”,

pero si,
donde reside la magia
de este teclado y esta pantalla,
tan fríos y obedientes,
para hacerte sentir real
el fuego que arde en mi mente.

(José M. Huete García. Octubre 2013)

D.A.R.

CÍRCULOS DISCÉNTRICOS.

No sabíamos que hacer,
para que no se nos apagaran las horas
entre nuestros besos
y aquella distancia de obligado cumplimiento.

Inventamos un nuevo recorrido,
una estación término para nuestros versos.

-. Siempre nos quedará Paris…-
Nos dijimos orgullosos del remedo,
entrechocando las manos,
dejando toda desnudez al descubierto,

¡Qué ilusos fuimos…
Cuando no pudimos ser cuerdos!

¡No nos dimos cuenta,
de que siempre sería Humphrey Bogart,
y tu no dejarías de ser Ingrid Bergman!

No hay escalones para subir a lo eterno,
solo círculos discéntricos
formulando la secreta ecuación
de discernir tiempo y espacio dispersos.

Un torbellino que nos arrastró
hasta ese efímero momento,
en que comprendimos
que el amor es el mas lejano
y fugaz de lo misterios,
cuando mas cercano se encuentra
el aroma a sudor de nuestros cuerpos.

Ahora ya sabemos que no hay paladar
que deguste palabras nuevas.
Que con cada te amo
echamos raíces en un tiempo
que nos recita en salmos incompletos,
en cacofonías de un verbo sin plural,
en apuntes de eternidad.

(José M. Huete García. Noviembre 2013)

D.A.R.

lunes, 25 de noviembre de 2013

CUANDO ERES COMO LAS OLAS

Como odre abierto por el centro,
como acequia antes de la lluvia,
como botella caída al suelo,
así queda mi corazón vacío
cuando a cada amanecer te acercas,
y al ocaso te das la media vuelta.

Es tormento contemplar a cada noche,
como aparecen las estrellas
sin que en tus ojos pueda encenderlas,
como a la playa llegan las sirenas
con sus cantos promesas de amor,
sin que tu seas una de ellas.

Es frío y metálico el reloj
que va desgranando el tiempo
con la pausada cadencia de las olas,
es tan infinito cada instante
de esa algazara de las sombras
cuando hasta tu eco se aborta.

Hay un miedo como de moho
que se ciñe a mis caderas,
una ambigua sequedad
reptando mi garganta,
que ahorca vivas las palabras,
y hace mustias las plegarias..

Cada noche navego mil océanos
sin bordes,
tan tersos como mis soledades,
tan lejano se va el horizonte,
que temo ya no tener fuerzas
para al alba volver a encontrarte.

(José M. Huete García. Noviembre 2013)

D.A.R.
IMPLORANDO

Buscarte entre la niebla es mi tragedia,
hallarte en mi sombra mi victoria,
saber de tus caminos el laurel que me premia,
reconocer tu mirada en el guiño
de esa estrella que en la noche me ciega
sentirme imprudente dueño de la gloria.

¡Qué puedo hacer si es designio de un dios,
que juguetea con la vida y la muerte,
como el áspero viento
con la liviandad de las hojas ,
que cuando te pienso estés tan cerca
y cuando te siento es cuando te alejas!

Mienten las palabras lanzadas al aire,
no son suspiros que vuelen insurgentes,
ni heridas liberadas del supurar de la mente,
son las átonas campanadas
de los santuarios donde reza el silencio
crédulo e impasible en la espera paciente.

¡Que puedo hacer si amate en plenilunio
es gravitar en un escolástico imposible,
y sentirte caricia en la brisa es tenerte
en un sueño que a la razón repele!

Me duelen los labios de tanto llamarte
cuando un beso impaciente
rechina de dolor entre los dientes,
me duelen los nudillos de las manos
de tanto alzar el puño airado
si gastar toda mi fe me tocó en suerte.

(José Huete García. Febrero 2013)

D.A.R.

domingo, 24 de noviembre de 2013

ASOMADA A TU  VENTANA.

Hay una tristeza
Que entibia secreta tu mirada.
Es antigua
Como la raíz de la tierra.
Es larga y se agarra
como una enredadera.

Tienes el color de la noche
derramado
en tu cabellera.
Hilo a hilo de seda
tejió el cielo
languideces de playa negra.

Hay una brisa fresca
que se agita
traviesa en tus caderas,
sinfonía para guitarra
cuando tormentas arrasan
tu fronda de palmera.

Solo he visto de tu alma
agua fresca y clara,
noches de limpida luna,
mañanas tiernas de gacela.
Quisiera saberte entera
cuando asomas a tu ventana.

(José M. Huete García. Noviembre 2013)

D.A.R.
FIEBRE DE LEJANÍA

Tu estas allí, tan lejana,
acurrucada sobre tu tristeza,
doblegada por esa enfermedad
que mide su temperatura
en la distancia que se agranda
en escalones de mares.

Y yo aquí, tan solo,
intentando gastar las cuentas
del rosario del tiempo,
para que la espera
no se haga gangrena
que paralice la sangre de mis venas.

Ha de tener el océano
un desagüe,
para que su inmensidad
no se convierta en oleaje
que nos inunde
de miedo e incerteza.

(José M. Huete García. Octubre 2013)

D.A.R.