Seguidores

viernes, 24 de agosto de 2012

AL SUR DE TU NOSTALGIA

Cuando dijiste vuelve amor,
ya estaba aquí en esta frontera,
entre los acordes de tu saxofón,
y la disonancia de mis penas.
...

Y aquí, en este norte de sueños,
en este ''palacio de invierno''
donde sin prisas,
pero sin pausas,
cavo los nichos donde,
amordazarlos
en el eterno olvido.

La nostalgia en tu pecho
invocó mi regreso, y aquí estoy ,
en silencio de rosas,
amalgamada en tierra negra
del sur y arenas desérticas,
como un proceso caleidoscópico
esperando tu mirada.

Aquí, donde estoy ahora mismo
donde mis ojos buscan desesperados
el ultimo arco iris,
donde mi sangre revienta
por los cuatro costados
de esta carne irredenta,
de esta nostalgia
que curva las noches,
hasta hacerlas palmera
palpitante de estrellas
en tus caderas.

Construye en mi, cielo mio,
un nuevo sendero para el amor
pon tus manos en este barro hambriento,
con ojos cerrados, de memoria, a tientas.
Abre paso a la magia y la locura,
edifìcame a tu imagen.

Aquí, al borde de ese abismo
de lo imposible,
que en la palabra toma su forma,
y se hace cadencia de lo posible,
te espero desnudo,
sin armas, ni pleitos,
sin mas equipaje en el alma
que la sed eterna del peregrino...
te espero,
para seguir este camino
entre la vida y la muerte,
que comienza y termina
en ese linde mistérico
de la locura .

Yo vagaré por tu rostro
como aliento de palomas,
como un tenue haz
desnudado en invierno,
encenderé arco iris
al sur de tu nostalgia.
..................................
Poema fusionado , compartiendo versos.
Jose Manuel Huete Garcia ( España )
Cecilia Vargas Retamal.( Chile )
Ver más
PALABRAS

Cuando las palabras van quedándose arrinconadas como acepción en ese diccionario que el tiempo va escribiendo,

y en ese rincón de la memoria, van diluyendo lo que decir quisieron, en un instante de esplendor, que tanto significaban para unos labios hambientos de conceptos,

para unos ojos de soledades repletos,

para unas manos que se sorprendieron enlazadas, superando los miedos, que en los rostros la lluvia esparcía sin alas,

y al enjugarlas con la ternura de un beso, acunado en la inocencia de lo impredecible...

su fuerza era tan inmensa, que todo lo designaban, y los sueños eran agudos acentos.

Y ahora, cuando una pátina de mohosos otoños, cubre los antiguos significados, y las letras se descuelgan como gorriones en celo...

me dispongo a bruñir los desusados versos,

los que ya habrán tamizado las grandes definiciones, para filtrar su tirania, y dejar fluir ese agua donde chapotean los dioses pequeños,

los sentimientos que se adoran desde lo corazones abiertos, por el continuado desgarro de lo incierto.

Y te encontraré, rosa plena del madurado aroma de la hembra, terciopelo en los pétalos, espinas en el tallo,

brisa sazonada de pujantes primaveras, predecesora de tumultuosas tormentas, donde las hojas secas se acunan, ya si nombre,

sin norte.

Y una lluvia que irisa en sus gotas todas las estaciones, los verdes fulgurantes de sonrientes promesas, los pletóricos fuegos que secan las vides en vinos añejos, la amarillenta pesadumbre de los arco iris pacificadores de viejos vigores, la inamculada mortaja con que la vida se hace tumba

hasta renacer en la sombra de los cipreses,

Y en este infinito trayecto, de lo que es por haber sido, del último paso antes desembocar como río desbordado en el oceánico futuro...

Tu serás el sagrado bulbo desnudo de tiempo, de donde brotará la mas sagrada de la palabras.

(José M. Huete García, Agosto 2012)

jueves, 23 de agosto de 2012

FUGACIDAD

En solo un instante tan fugaz como la huella que deja la la brisa

en el aire de un suspiro.

En solo un centímetro cuadrado del espacio ajardinado de mis sueños,

se abrazan la voluptuosidad de tu cuerpo insaciable de pasión y mi tormeto.

Y mi deseo,

aulla desde el fondo del abismo del universo como lobo herido,

implorando...

Que tu legua de clavel encendido, lama el centro mismo de mi alma,

hasta que tu saliva sea el bálsamo que cicatrice las llagas,

que en mi piel dejó abiertas un caminar erguido, sobre los pies de barro

de un arco iris extasiado en si mismo.

Ahí, con el tiempo y el espacio encerrado en la nada lujuriosa

estalla como un fogonazo,

el signo indeleble de la muerte mas dulce,

la que llega tan despacio,

y se va tan de repente,

en el éxtasis de la levedad de nuestro abrazo.

(José M. Huete Garcia, Juno 2012)
SUEÑOS ROTOS (Nueva versión)

De todos aquellos sueños

que teníamos

cuando aún éramos inocentes,

cuando creíamos

que todo era posible,

con la fe,

con la palabra…

Ya no queda mas que

un imperceptible eco,

huellas borradas

en conciencias acomodadas.

Todos fueron mancillados,

avasallados,

ridiculizados,

masacrados

pasados por las armas

De lo conveniente.

Y cogidos de la mano

fuimos testigos

indolentes,

amansados,

satisfechos de deglutir,

hasta el hartazgo,

lo intransendente.

Y ahora,

cuando ya estamos perdiendo

hasta nuestra esencia,

te pido de nuevo

que me des tu mano,

para dar un paso al frente,

para reconquistarte,

para reconquistarme,

para reconquistarnos,

para seguir creyendo,

que los sueños, aunque rotos,

no lo fueron en vano.

(José M. Huete García, Agosto 2012)

miércoles, 22 de agosto de 2012

LA MAS VIEJA HISTORIA (Soneto nº 5)

Nunca podré negar que fuí tu amante,

que me moría en tus horas ausentes,

que te busqué en todos los Continentes,

que te entregaste a aquel hombre elegante.

Que juraste amores inexistentes,

que ninguno de mis besos rechazaste,

que en mi piel, paso a paso, caminaste,

que tu éxtasis no fué a regañadientes.

Mas, si sé, que del lujo te cegaste,

que tu fidelidad duró un cartucho,

que en tu piel todas mis huellas borraste.

Y ahora te encuentro en este cuartucho,

la tristeza en tu rostro palpitante,

y en un abismo me hundo, si te escucho.

(José M. Huete García, Agosto 2012)
EL VUELO DE UN GORRIÓN INOCENTE

¡No me equivoco yo,

Se equvocan las circunstancias!

Qué lleno de fé, gritaba,

Por todas las esquinas,

Por las calles y plazas,

Cuanta inocencia intacta,

Sin mancha, le quedaba,

Con qué fuerza su savia

Libre circulaba,

Desde la raíz hasta las ramas,

Virgen aún, del atroz látigo

Del desencanto,

Del miedo y su acechanza…

Y el tiempo hizo su trabajo,

Y el verde trigo,

Se hizo pan comido,

Y la gota de lluvia

Mar profundo,

Y el Sol hizo su camino

Hasta el ocaso…

¡Así sucedió y así os lo cuento!

Y hoy, lo he vuelto a encontrar,

Atrapado en la esquina

De un camino desconocido,

asomando en su mirada

un corazón acobardado,

mientras impávido

dejaba que sus pies

se amarraran al asfalto,

y con sus oídos atronados

del silencio ingrávido

con que murmura la vida

las palabras sin espacio

del vivir en el espanto…

¡De no saber nunca

Si esa ola del tiempo

Que a la playa arrastra…

Es la del final.

O la del comienzo!

Y un infinito susurro,

su silencio atronaba:

¡Ya no hay esperanza que me redima

La perdí en esta maldita partida

Donde el azar impera entre los dados!

¡Solo cuando queda desnudo

Hasta el aire que se respira,

Se puede asumir la derrota,

y mirar hacia atrás sin ira!

Así sucedió y asi os lo cuento…

(José M Huete, Junio 2012)
AUSENCIA

Hoy no estás conmigo,

y el día se ha quedado vacío de horas,

sin adjetivos,

sin apellidos,

solo me queda el soliloquio

de un mar sin sueños coronando las olas.

Hoy no estás conmigo,

y cuando al espejo me miro

sé que hoy soy otro,

un destello de tiempo

cargado de siglos,

un reflejo que se va tornando amarillo.

Hoy no estás conmigo,

y mis pasos se hacen mas cortos,

mi fé tiene el vuelo de lo efímero

y mi corazón apaga su latído,

se queda tan quieto

que la espera es prolongacíón del infinito.

Hoy tus caricias serán

un roce imperceptible de la nada,

tus besos, un hueco humedecido

en la roca que petrifica mis suspiros,

mis palabras, un poema,

que ya no encuentra tu vientre

para morir enfebrecido.

Hoy no estás conmigo,

y desgrano un mantra de nostalgia,

porque no existe camino del olvido.

(José M. Huete García, Agosto 2012)
NADA ES PERFECTO

Tengo un sueño

añejado en barrica

como el buen vino,

un amor imperfecto.



Tan falto de perfección

que aún nadie se atrevíó

a darle nombre,

ni a ser su padrino.



Es informe como el viento,

está mutilado de pies y manos,

es desobediente

y mal educado.



No sé como, ni cuando

se ha adueñado

de mi silencio,

ya va contando mis secretos.



La verdad, es que me robó

los dos ventrículos

y una aurícula del corazón,

sin él me desangro.



Me ha hecho ver

que duele más

un amor perfecto,

que cuando se vá

te roba el corazón completo.

(José M Huete, Mayo 2012)
UN PASEO POR LOS SUEÑOS

Esta noche he celebrado

un aquelarre en mi habitación,

he invitado a todos los espectros

que poblaron inmisericordes,

los tiempos de mi inocencia.

Han venido todos,

los que convoqué,

los que rescaté del olvido.

Unos trajeron sus mascaras,

otros su caras bien lavadas,

y la memoria acicalada

de todos los instantes,

con los que fueron construyendo

desde los cimientos

hasta las paredes de mi alma.

Vino Blancanieves rodeada

de sus siete enanitos,

en representación de todos

los posibles sentimientos,

los bastardos y los auténticos.

Vino el capitán Trueno,

su espada incorruptible

y siempre justiciera,

de un justicia elemental

y adoctrinada y servil simpleza.

Acompañado de su enamorada Sigrid,

reina del reino de los hielos

tan gélida como su reino.

Vino Pinocho y su maestro carpintero,

aquel muñeco sádico

que me hacia tocarme la nariz,

cada vez que ejeecía

mi derecho inalienable a la mentira,

y con ella defender

mi identidad mas pueril.

Vino la Cenicienta,

en su calabaza robada a los sueños.

su madrastra

sus hermanastras,

y su envidia mas perversa.

En las manos aun traía

esos zapatitos de charol

que nunca nadie mas le puso,

para liberarla su cuarto oscuro

Y vino el Rey Arturo,

y su corte de trotamundos,

y en las manos aún los planos

de la utópica Camelot,

porque nadie le cedió el terreno

para construir un mundo nuevo.

Vino Asterix, y Obelix,

francos de apellido,

pero de universal nombre,

en su interminable lucha

contra la opresión de los Imperios,

demostrando que la fé

Es la fuerza mas irreductible

del hombre que de sus raices

toma la savia de si mismo.

Vino el Principito,

al que aún sentí igual de lejano

porque mi mentalidad infantil

aún no estaba intelectualizada

para coomprender

la inexorable decadencia

a que alcanza el ser humano,

si no mira su esencia

desde las alas de un aerplano.

Vino el capitán Nemo

y su misógino submarino,

y seguí envidiando

su barba y su cuello alto

de marino de todos los mares

y su desprecio por toda norma

de impuesto comportamiento.

Y vivieron Drácula y el Hombre lobo,

los amantes mas lujuriosos,

que en sus pasiones de la sangre,

aterrorizaban mis noches

de miradas alertas

y sábanas hasta la cejas.

Y vinieron el Dr Jeckill y Nr Hyde

Para seguir alimentando

Esa paranoia que me aprisonó

Durarnte tanto tiempo

de creer que solo existe

lo bueno, o lo malo.

Vino Mafalda y su sarcasmo

Que nunca hacía herida

Con la espada de la palabra

Un azote mortal

Para toda idea anquilosada.

 

Vinieron los siete pecado capitales

Para cerrar el circulo de terror

Que contenía el infierno,

Y a ls veniales no les invité

Porque hubiera necesitado un espacio

Tan grande como el Océano.

Y de pronto el tiempo me regaló

un instante mágico,

los espectros quedaron quietos

suspendidos en su paso de danza,

La Luna lloro lluvia de plata en mi ventana,

las estrellas pusieron en el cielo

farolillos de feria de gala,

y en una voluta de mi caigarrillo,

mientras el viejo saxo entonaba

su mas prolongado lamento,

te hiciste provocativa lujuria,

y acaricié tus contornos

sin pausa y sin miedo,

fui arrancando tus velos

Y allí mismo te amé

con la fuerza salvaje

que solo da la pasión prohibida.

(José M. Huete, Mayo 2012)
MUÑÓN DE SUEÑOS

¿Será que el destino,

o ese dios que juega a los dados

con la vida y la muerte,

dejó escrito en alguna parte,

que para amarte,

tendré que arrancar de mi rostro

estos ojos, que cuando te miran,

encuentran en lo mas profundo de los tuyos

todas las tonalidades del horizonte,

y ese pálpito azul de los mares

donde en espumas estalla la vida?

¿Será que ese horizonte de tu nombre,

ha de ser el preámbulo gris,

de esta muerte triste,

que lenta como una liturgia

va tintando de blancos sudarios

cada uno de mis sueños,

el ahogado musitar de mis versos,

que se hace pétreo epitafio

cad vez que te amo?

¡Como decirte,

que aunque ya no tenga ojos para verte,

y muera mil veces,

en este incesante caminar

entre la cara oscura de La Luna

y el dulce sabor de tus labios,

no habrá oquedad, ni vacío que impida

que tus besos sean fértil simiente!

Y te siento presente

en este muñón de sueños

que hasta el cielo se alza,

que te sigue llamando,

y en su desespero, nunca se muere.

(José M. Huete Garcia. Agosto 2o12)
EFIMERO

Con la forma de un violín

con cuerdas de alambre de espino,

sobre la tumba de un cisne

que muere de amor sublime,

se derraman sueños en llanto.

Transgresora ilusión vespertina

que sabe de morir amando…

Fugaz, huye el viento

sediento del aire que respira,

espejismos en desiertos,

preñado queda

el vientre del silencio.

En el pináculo de un templo

se detiene en suspenso,

una cigüeña que va y viene,

en el pico una oración,

el suspiro que inicia un rezo.

Es premura la que siente

el olvido del recuerdo,

tapas de nácar sin brillo

acogen sin título

cuentos de lo no sucedido.

Es burbuja la memoria,

efervescente la palabra

que pendiente la sostiene.

Un borrón es suficiente

para matar un verso.

Efímero me siento…

Si existo…

soy apenas fulgor

en la vagina del espejo.

Quizás…

pienso que ya he muerto.

(José M. Huete, Junio 2012)
LUNA

No fue culpa de la noche.

ni de su angustia,

ni de su tristeza,

ni del secreto vuelo de una mariposa,

que un sombra se desprendiera

del resto de las sombras,

haciéndose Luna,

y deslizara, traviesa,

sus cabellos sobre mi pecho.

Sus dos caras eran tus ojos,

en una…

el plateado brillo de los sueños,

en la otra…

la dura piedra donde se tritura

la áspera quietud del recuerdo,

Cada uno de sus pechos

era la erizada punta de sus extremos.

Y su vientre...

Su vientre era

el redondo círculo del Océano

donde palpita el profundo latido del Universo.

Y ame a esa Luna perversa,

que me enseño a copular con mi silencio,

a saber con certeza

que tu eres el último destello

de mi última Primavera.

¡Y te ame tanto,

que entre las sabanas,

como hojas secas quedaron

todos los restos de mis Otoños!

(José M. Hete, Junio 2012)
AMOR AÑEJADO

Amor,

Ahora que el tiempo pasa

Con ese vuelo bajo

Con que la memoria se posa

Con la tenacidad del liquen,

En las grietas abiertas

En la corteza del árbol

Que ya no quiere ser bosque.

Y sus hojas añejas

Toman ese color cárdeno

Que anuncia su muerte…

Ahora, que las palabras

Ya no nombran las cosas

Poeque el t¡empo las hace

Iguales unas a otras,

Que, una tras otra, van perdiendo

La dimensión de su nombre,

Para ser solo una sensación inane,

Sin mas valor cuantificable

Que estar donde siempre…

Ahora. Amor,

Cuando brotan a raudales

Las añejas soledades

Que a ti me crucifican,

Con clavos tan sólidos

Que hasta el alma me traspasan,

Y urgan en mi mente

Hasta encontrar la raiz mas profunda

De la tristeza que late

en la lancura de mis sienes...

Ahora.

Es cuando siento

Que grande era al caudal

De tanto sentimiento

Que de pasión inundaba

El fluir de los instantes

Y que extrecho el cauce

Por el que se viene el recuerdo,

Hasta esa plácida laguna,

Donde la ternura es ese leve suspiro

La piedra que cae en su centro

Y la agita en circulares olas,

Y la locura...

¡Contarlas de un en una!

(José M. Huete García, Agosto 2012)
EFIMERO

Con la forma de un violín

con cuerdas de alambre de espino,

sobre la tumba de un cisne

que muere de amor sublime,

se derraman sueños en llanto.

Transgresora ilusión vespertina

que sabe de morir amando…

Fugaz, huye el viento

sediento del aire que respira,

espejismos en desiertos,

preñado queda

el vientre del silencio.

En el pináculo de un templo

se detiene en suspenso,

una cigüeña que va y viene,

en el pico una oración,

el suspiro que inicia un rezo.

Es premura la que siente

el olvido del recuerdo,

tapas de nácar sin brillo

acogen sin título

cuentos de lo no sucedido.

Es burbuja la memoria,

efervescente la palabra

que pendiente la sostiene.

Un borrón es suficiente

para matar un verso.

Efímero me siento…

Si existo…

soy apenas fulgor

en la vagina del espejo.

Quizás…

pienso que ya he muerto.

(José M. Huete, Junio 2012)
REFLEJOS DEL ALBA

Pesa demasiado esta sombra

que a mis tobillos se amarra,

y mis contornos cotidianos

define en difusa amlagama.

Es mi pesar anclado

en huellas crucificadas

a vil madero de gris asfaltado.

¡Como iniciar otros vuelos

con las alas lastradas

por lo ya acontecido,

si lo ya sabido es burda memoria

en renglones torcidos!

Quiero ser liviano como el aire

de esta mañana, aún virgen,

de suspiros frustrados,

de sueños garaabateados

con los indescifrables códigos

de lo que solo espera el olvido.

Quiero montarme a lomos

de ese destello adormecido

de tu mirada de ron amargo

y dulce melaza en resaca esculpida,

en ese reflejo de cristal quebrado

por el rojizo embate del deseo

ya consumido hasta la última gota,

en esa copa sin bordes

que es tu cuerpo, cuando

en la pasion se expande

haste ese cenital punto

en que cada gemido, es espiga

cosechada en el eterno sigilo

de lo indescifrable.

Es ahí, donde quiero quedarme,

en esta denudez del alba,

en esta promesa que aún es anhelo,

en ese reflejo del espejo,

en tus pupilas, inquietante...

Es ahí, donde indefinido

quiero encontrarme,

No saber si veo lo que soy,

soy lo que no veo,

o solo concupiscente llamarada

en el despertar de tus ojos.

¡Que mas da,

si ya no hay tiempo ni distancia,

si es en los bordes de tu alma,

donde soy estertor del tiempo,

y en la expectante cadencia de la palabra,

donde de fugacidad muero!

(Jose M. Huete García, Agosto 2012)
SIN PALABRAS

No encuentro esos versos

Tibios y adolescentes

Que te digan lo que siento.

Porque lo que pienso

Me amputa de raíz la palabra,

Y deja, inermes,

Solo vocablos muertos

En la yema de mis dedos.

Y mas adentro,

Mas alla de la sombra,

De estos ojos que se apagan,

Siento que late,

Pujante y poderoso,

Ese trozo de mi alma

Que multiplica tu eco.

Es mi sangre río desbocado

Que llega hasta mi garganta,

Y mi sentimiento un mar abierto,

Que se desborda de salitre

En mi mirada apagada.

¡Búscame en cada gota

De esa lluvia anodina

Que borra huellas en el asfalto,

Y en cada una

Encontraras mi rastro!

Soy crepúsculo de llanto.

Atardecer coronado

Del último gemido de una saxo,

El quejido acallado

De un gorrión amordazado

Que vuela con alas rotas

Hasta el atávico mito

De un nido compartido

Y repleto…

¡Aunque no escuches mi acento,

Percíbeme simiente en los surcos

Que el tiempo ara en tus sueños!

¡Siénteme en el pálpito

De tu vientre desbocado,

en ese orgasmo que sientes

cuando el viento te arrastra

hasta el vértigo del misterio!

Reconóceme en esa arrugada cuartilla

Que solo lleva escrito,

Un escueto y grandielocuente..

¡TE AMO!

(José M. Huete, junio 2012)
DESPEDIDA

...un instante

un pellizco del tiempo.

Maxima proximidad,

dos trazos elípticos,

no se tocan.

La balanza en su centro,

solo pesa el suspiro

ahogado de aire

candente.

Unos labios uraños,

otros asustados,

las miradas se rozan

al bode de las pestañas.

Y el deseo muere,

un "adiós" intranscendete,

un "hasta luego" prudente,

Un instante,

dos elipses clandestinas,

en el infinito se pierden...

(José M. Huete Garcia, Agosto 2012)