Seguidores

viernes, 10 de enero de 2014


AMAR EN CLAROSCURO

Llueve,
despacio, gota a gota,
con esa persistencia
que hace contar las horas
erráticas,
sobre los grises matices
del alba.

Entre los arreboles te esperaba
para ver tu cara
de niña vagabunda,
cargando en tu cintura
canasta de flores.

En tu boca
la pleamar de tu risa,
las castañuelas de tus dientes,
la corola aún inacabada
de una amapola..

Abrí los paréntesis del tiempo
donde la fe se contiene,
donde la inocencia
es fugaz y persistente,
y cada ola una badajo
que enuncia otra vez la muerte

Me preparé para amarte
ese instante,
que cada amanecer nos concede,
olvidé las telarañas
en un rincón de la noche.

En las manos llevaba
racimos de uvas sagradas,
de mi frente
borre las huellas
de la luciérnaga
con estelas de nieve.

En mi boca
ya no cabían mas palabras,
tiernas como espigas
recién preñadas,
en mis venas fluía torrentes
de miel y aguardiente.

Y esta lluvia no invitada,
e impertinente,
se desliza
por los intersticios de mi mirada,
mientras esta luz intermitente
del azar y su guadaña
inmisericorde,
ilumina otra vez
los claroscuros de mi mente.

(José M. Huete García, Enero 2014)

D.A.R.

miércoles, 8 de enero de 2014

UN RELÁMPAGO

Mujer de otras lunas
que a mi ventana llegas,
desnudez de nacarada vestimentas,
voluptuosa protuberancias de la noche,
luciérnaga que incendias sombras,
tizones asesinos tus ojos.
que intranquilizas estrellas,
no expulses de mis praderas
los unicornios de plata
que galopan sueños pacientes,
ni de mis playas
las sirenas doradas,
que su melancolía aplacan
entre murmullos de mar
y cantos de coral.

Para todo lo demás
no pidas permisos ni contraseñas,
arrebátame en tus vendavales
donde el tiempo es efervescencia,
incinérame en tus hogueras
donde las palabra es resinosa leña,
rasga mi silencio
como relámpago de punta brillante,
y si de mi deseo te has de adueñar
no tengas misericordia,
y agota hasta la extremaunción
los suspiros
que mueren anhelantes.

Cuando te vayas,
no digas adiós ni pidas disculpas,
que yo volveré a pastorear
mis unicornios y sirenas,
y dejaré que el olvido
corra a cumplir con su sentencia..

(José M. Huete García. Octubre 2013)

D.A.R.

martes, 7 de enero de 2014


ROGATORIA

Permite que tu piel
sea la mas larga pared
sobre la que a brochazos cortos,
escriba lo que mis ojos
ya no ven
y mi corazón siente.

Deja que hasta tu alma
sin resistencia penetre,
aunque destroce virginidades
y falsos preceptos,
aunque sea una lágrima
la que nos butice.

Solo así nos hemos de reconocer
cuando implacable
el tiempo nos deshilache,
y sin forma nos miremos
a uno y otro lado
de nuestras soledades.

(José M. Huete García Octubre 2013)

D.A.R.



EL FINAL DEL CAMINO

Llegaré hasta ti
cuando el día acabe,
a esa hora que se desarbola
entre la luz
y las sombras,

subiré lentamente
pisando
cada piedra de tu calle,
buscando en cada esquina
un recodo con tus señeles.

No te impacientes
si la distancia
te parece interminable,
que a mi espalda cargo
un pesado equipaje

Al traspasar tu puerta
me harás la pregunta
irrenunciable,
si ya sacudí de mis pies
el polvo del caminante,

te contaré
que te busqué
en todas partes,
que no encontré mapas
de senderos fáciles,

que cada jornada,
cargué sin quejarme
con una fe a empujones
con una esperanza
de cristal muy frágil,

Cuando hasta ti llegue,
aunque sea muy tarde,
ya no quedará duda
de que despojarme,
ni preguntas impronunciables.

A tu puerta llamaré,
para quedarme.

(José M. Huete García. Enero 2014)

D.A.R.

domingo, 5 de enero de 2014

MORIR DE SOLEDAD

Qué doloroso espanto
asomarse la balcón  de la nada
y creer que eso es todo,

qué horroroso el grito
que denuda el alma
y agrieta de dolor los ojos

que real se hace
el nudo corredizo
que ahorca toda esperanza.

Y preguntarán
si fue muerte natural o suicidio
cuando el tiempo se pare

cuando solo quede en la pechera
una seca lágrima
y en el aire una lánguida pavesa.

(José M. Huete García. Octubre 2013)

D.A.R.



 TRÁNSITO DE LA LOCURA A LA CERTEZA.

Quiero tener una noche de amor contigo,
dejar por una vez la cordura
en la repisa donde se dejan
los objetos destinados al olvido.
Abrir de par en para la puerta
a ese abyecto viento de la locura.

Tu llevarás puesto ese vestido rojo,
que tanto me gusta,
para tu piel denudar con premura.
Esos zapatos de tacón tan alto,
que me hacen sentir, que hasta el cielo
mendigará mi deseo abrazar tu cintura.

No te sorprendas si no he colocado
dos copas de champán sobre la mesa,
será de nuestro aliento la borrachera,
ni eches de menos bombones y fresas,
será en nuestra piel donde encontraremos
el lujurioso sabor de la fruta fresca.

No habré encendido una chimenea,
será de fuego nuestra sangre cuando hierva,
ni será tenue la luz de las velas,
ni el lecho estará cubierto de sedas,
vientre contra vientre sembraremos
los surcos de la pasión sin delicadeza.

Así te amaré en una noche desbocada,
con la piel desnuda y el alma descubierta,
con las manos encallecidas
de tanto hurgar en tu piel de hojas secas,
hasta encontrar la voz de la tierra,
hasta que robe de tu alma toda certeza.

(José M. Huete García. Enero 2014)

D.A.R.