Seguidores

viernes, 25 de abril de 2014


PASIÓN



En estas noches caliginosas,
donde todo es humedad y poros abiertos, donde el insomnio se fortifica, irreductible, entre brisas artificiales
y el monótono ruido del ventilador,
se me agarra inseparable, como si fuera una sabana,
el deseo de tus labios humedecidos en la pulpa de lo prohibido ...

Se me enredan los dedos entre tu pelo, entre el"skyline" de tu silueta, cambiante según el impulso torrencial, de apasionados caprichos ...
de los instintos desbocados, de la posesión mas absoluta ...
donde cada centímetro de piel proclama su libertad ...
y poco a poco, se derriban muros, se desnudan viejos tabúes,
se ocupan nuevos fortines de placer ... y el alma queda desnuda ...
en su entrega total.


Y entre sudores de poros abiertos, entre suspiros de penetraciones sin fin, entre quejidos de clímax,
y humedades derramadas ...

es en tu mirada ... en mi mirada ...
donde comprendo ...
que también en el placer, brota ternura del alma.


(José M. Huete García, Julio 2010, D,A,R,

jueves, 24 de abril de 2014


DE IMPROVISO

Fue el relampaguear de un sueño
lo que fulminó
las horas del desaliento,
cayeron al suelo
como cristales rotos
pesados, plomizos,
del el inútil jarrón chino
donde desde tiempos del abuelo
se asemejaban a las flores,

se rasgaron los cortinajes
que ocultaban el moho
de las paredes,
de los ventanales
húmedos de sumisas soledades,
las grietas insondables
donde anidaban
melancólicos siglos de sollozantes,

todo estuvo siempre en su sitio,
inmóvil,
en la perenne certeza
de que nada ocurriría
de improviso,
de que nada rompería el sigilo
de los días sucesivos,
de que hasta el mas pequeño
desacorde
ya se le había dado nombre,

él sabía tan poco del amor
cuando llega como el viento,
en las alas de la golondrina
para en cada primavera
hacer nuevo nido,
de los labios que ardientes
besan sin compromiso,
de la pasión que de reglas se libera,

y fue para él sorpresivo,
saber que los colores hablaban
al otro lado del muro,
que el corazón lloraba
cuando se le ataba con nudos,
que una mariposa volaba
en sus intestinos
cuando sus ojos le miraban.
(José M. Huete García. Abril 2014)

D.A.R.

miércoles, 23 de abril de 2014

SILENCIO CÓMPLICE

Tenemos un secreto a medias,
tu guardas bajo llave la tuya,
y yo protejo la mía
en caja de caudales.
Se han hecho silencios cómplices
que mudos han de quedarse,

tanto cuidado hemos de poner,
que ni siquiera nuestros ojos
pueden mirarse,
ni tu rostro a la ventana
puede asomarse,
si mi silencio quiere rondarte,

cuanto ha de amar un corazón
que solo un secreto comparte,
el de saber que será ladrón
por  completa soñarte,
por a otro sueño ciego y sordo
tu corazón robarle,

como duele cada latido,
si enrejado queda sin aire,
si ni siquiera como suspiro
puede en la boca dibujarse,
si de toda desnudez
con dolor ha de librarse,

no hay ley que obligue
del olvido a ser caminante,
a quien solo en un sueño
de pasión puede saciarse,
a quien siente muy dentro
desbordarse su sangre,

que mas da la distancia
que nos separe,
ni el tiempo en su empeño
de olvidarte,
si es este silencio
lo único insoslayable.

(José M. Huete García. Abril 2014)
D.A.R

martes, 22 de abril de 2014

RUTINAS

He perdido la cuenta,
de las veces que el día quiso abrazarme
con los calidos brazos
de un sol naciente,
y aun impoluto de pecado,

y yo andaba aun abrazado
a las pegajosas sombras de la noche,
en esa danza grotesca
de los pasos a dos en el vacío,
queriendo llenarlo con un poema,

he perdido la cuenta de las veces,
en que el alegre canto del mirlo
me despertaba para decirme,
que los rosales amanecían
plenos de rocío,

y yo no quería despojarme
de ese aroma
de incienso catedralicio,
que desprenden las sábanas
manchadas de soledades,

he perdido la cuenta de las veces,
que en el camino
nos cruzamos,
y me preguntaste con delicadeza
si aún iba, o ya estaba de vuelta,

y no quise escucharte,
ni ver como en tus ojos amanecía,
porque mis pasos
seguía ese ritual de esperarte
Al doblar la esquina siguiente.

((José Huete García. Abril 2014)

D.A.R.

ATREVIMIENTO

Nunca me atreví
a dejar que, verso a verso,
mis sueños tejieran
un nido en el firmamento,
donde tus negros cabellos
sean manto que me cubre,
tan largo y profundo
como la noche,

donde tus ojos sean fuego
de luceros jinetes,
que cabalguen entre los pliegues
de las atormentadas
soledades que me hieren.

No han de ser precavidos
ni pudorosos latidos,
los que revientan en mis venas
el acelerado pulso
de mi sangre,
aún feraz y nutriente
de mil sueños prohibidos,

es indómito el deseo
que subvierte al mismo cielo,
en auroras boreales,
en arco iris encendidos,
tras la cópula que consagra
como lujuria
el vértigo de lo eterno.

Dejemos que el cielo se derrame
que el abismo mas profundo
que nos separe
sea el de la lluvia y el trueno
cuando se hacen la corte
para que un nardo nazca
implorante,
y el reino de las flores
se proclame.

(José M. Huete García. Abril 2014)

D.A.R.

domingo, 20 de abril de 2014

SOLO UN GESTO

Fue solo un instante,
un paréntesis de magia
en la imperturbabilidad
de un tiempo sabido,
un reflejo de locura
en el azaroso afán
de los sueños prohibidos,

bastó una mirada
pícara, desinhibida,
un fuego tórrido
incendiando el aire,
una falda corta
unas piernas largas
cruzándose,
para señalar a mis ojos
el centro exacto
de lo prohibido.

Y en mi pecho,
una pasión sin nombre
quedó gravada
como testigo,
de ese tiempo que muere
sin haber sucedido.

(José M. Huete García. Abril 2014)

D.A.R.

INCONSCIENCIA

No transcurría el mismo tiempo
cuando, unidos,
volamos sobre las calles,
sobre los cementerios.
Nos reíamos de las irreflexivas
prisas de los caminantes,
de los epitafios,
que bordaban sobre el mármol
la obscenidad de la muerte.

Eran las horas diferentes.
Las tuyas, contaban los colores
con que la primavera
bautizaba los claveles.
Las mías, descontaban apresuradas
los nidos que iban callando
en la frondosidad del bosque.

No sabíamos que en las plazas
se contaban historias de pesares,
que en los campos
la lluvia era ácido corrosivo,
que agostaba los trigales,
que un fuego violento
quemó las lágrimas
en los ojos de los sauces.

Tu no quisiste saber,
que la felicidad es una cometa,
que para volar necesita
que, el azar y el viento
se conjuren para rozar el cielo.
Yo no quise aprender
como aprenden los ciegos,
que los ojos que no ven
son los que miran a destiempo

No permiten los dioses,
que los inconscientes
consigan sobrevolar sin medo,
los lindes que la razón
impone al sentimiento,
la creencia de ser mariposas
en el secarral de un jardín,
donde ya no crecen las rosas.

(José M. Huete García. Abril 2014)

D.A.R.