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sábado, 1 de diciembre de 2012

SERENO SENTIMIENTO
Esta mañana mi murada tiene el color del alba,
Límpida luz acunada en sedas de silencio
Donde el tiempo tradujo en sosegado sentimiento
El inquieto e indescifrable latir de mi desasosiego.

Han brotado plácidos geranios entre mis manos
Tibios y acurrucados en el calor de mi piel fértil
De caricias que en tus mejillas serán terciopelo,
Y en tus pechos rocío de dos hemisferios.

Mi corazón es primaveral nido de golondrinas,
Mis arterias ríos desbordados de miel fresca,
Mi cansada osamenta el tallo vigoroso
Donde esta pasión de nuevas flores se sustenta.

Mi voz ya no es la de una vieja plañidera,
Ya no es el gemido de un viejo saxo
Que en lamentos de nostalgia revienta,
Es na sinfonía de brisas de adolescencia.

Mi espera ya no es un traumático desespero,
Mis pies ya no son desnudos muñones del tiempo,
Un paciente bosque de hoja perenne
Echo raíces pacificadoras de mis adentros.

Cuando llegues con tu mochila llena
De tristezas e inacabables desalientos,
Yo te ofreceré refugio de pacíficos sueños
El bálsamo para tus heridas de corazón abierto

(José M. Huete García. Diciembre 2012)

viernes, 30 de noviembre de 2012

LA AUSENCIA QUE ME HABITA
(De mi libro Passion-Ata. Nueva versión)

Se despereza la mañana,
Gris, abstracta,
Sin matices en el aroma
A melancolía,
Soledades de hoja perene
Enraizadas
Donde el alma
Acurruca la tristeza,
Donde todo tiene
El sabor de la nada,

Tu mirada se hace perezosa
Apagada,
Ya no es la marea alta
Que borra huellas de las sombras
En la playa de mis sábanas.

Y ese café
De sábado compartido
Cuando nos habitábamos
Saciados,
Ya no me sabe a ternura,
Es una purga de gelatina
Viscosa y desabrida.

Lo que queda de ti
Es un camino sin huellas,
Una cuesta que se empina,
Que mis pies agrieta,
Asfalto que no siente
El afán de mis pisadas,
Una ciudad vacía
De esquinas
Repletas de memoria.

José M. Huete García, Octubre 2012)
FLOR DE CACTUS.

Espinas
Punzantes pétalos
De la flor seca
Savia de arena
Mirada infinita
De soledades
No hay lluvia
Para llorar tristezas
Un holograma ardiente
Dibuja horizontes
Y fuego
El fuego abraza
Abrasa nostalgias
De tus caderas
Se fueron las palmeras
En pos del viento
De la caricia
Sublevada
Ululante.

Soy flor de cactus
Enraizada
En piedra líquida
No hay flores dulces
Para  tu boca
El silencio
Palabras de arena
El dolor
Un eufemismo
De mi misma esencia.

Si me tomas
Llévame entero
En tu piel sangrante
En tu sueño de infierno
En la punta de tus miedos.

(José M. Huete García, Noviembre 2012)
CONSUMACIÓN

Amor,
Ven, quédate conmigo,
Toma posesión de tus aposentos,
No hay detalle que no haya cuidado,
Para que la culmen de tu celo
Sea del todo placentero.

Seré rehén de tus morbosos sueños
Sin amedrentamiento,
La victima propiciatoria
En el altar de tu lujuria y desenfreno
El oscuro nicho
Donde consumes tu deseo.

Sentiré que mi piel entregada,
Se hace leña para tu fuego,
Como tu pasión a cada embate
Se va incrementando entre tus dedos
Como el oxígeno la hoguera,
Como al relincho del caballo la espuela.

Mi cuerpo será mil veces roturado,
Mi inocencia un recuerdo lacerado,
Mis sueños de niño,
Una cometa que rompe sus amarras,
Por el capricho lascivo de tu manos.

Mi  boca será una llaga,
Una mueca que se retuerce insensata,
Una rendija por donde se escapa
El último vestigio de cordura,
El vuelo negro
E na paloma blanca.

Sé que eres el final de mi camino,
Que en cada latido
De tu enceguecida sangre
Radical atavismo de la locura,
Een cada espasmo de tu vientre
Se consuma la verdadera raíz de a vida.

(José M. Huete García, Noviembre 2012)

miércoles, 28 de noviembre de 2012

SIN BARRERAS

Aunque la distancia que no separe
Sea tan infinita como la blancura sin matices
De mis ojos que ya no pueden mirarte,
Aunque solo sea el pálpito de mis párpados
El que marque el tiempo del desaliento
Sangrantes del dolor mas impaciente.

Aunque seamos alas de vientos diferentes,
Aunque la misma estrella resplandeciente
En nuestra miradas no refleje el mismo Norte,
Aunque la luz del Sol se quede en su cenit
Permanentemente, porque se rompió el espejo
Donde el día y la noche se reflejen.

Aunque nuestro caminar sea tan divergente
Que ni siquiera una huella de los dos
En nuestras pupilas sea permanente,
Aunque del mismo río ya no seamos corriente
Solo cantos rodados que ya no se toquen,
Aunque en el mismo mar busquen la muerte

Aunque desuda entre mis brazos ya no pueda verte.
Aunque de tu piel solo la memoria me quede,
Aunque la pasión solo de la pequeñas cosas
Sin lindes, en aroma indeleble se transforme
Aunque el sabor a cerezas maduras de tu boca
En los bordes de una copa vacía solo se quede.

Aunque todo eso pase,
Aunque la angustia del adiós
Haga el aire irrespirable,
Aunque el recuerdo
Sea un consuelo indecente,
No habrá barrera que tan alta se alce
Que impida que siga amándote,
Que hasta el último instante
En ti completo me piense.

(José M. Huete García, Noviembre 2012)
DESARRAIGO

Que venga en este momento
Un rayo inmisericorde
Que parta en dos mitades
Este sosiego agobiante,
Tanta monotonía callada,
Tanta inocuidad en las palabras,
Tanto mirar hacia los lados
Para no mirar de frente
Cuando la ira se escapa.

De esas dos mitades
Para ti será la que te añora,
La que me desnuda la fe
En esperas impacientes.
Para el olvido la que te piensa
Intentando en el destiempo
Poder razonarte,
La que intenta aquietarme
Hasta que mueran las raíces.

¡Que no quede espacio vacío
En ese abismo donde te siento,
Que sea en él donde enraíce
La geografía completa
De tu distancia y tu tiempo!

Si has de ser un sueño,
Has de saber,
Que en esa parte de mi
De de las formas y los conceptos,
Ya no podré soñarte.

(José M. Huete García, Noviembre 2012)

lunes, 26 de noviembre de 2012

TORMENTA

Noche de tormenta.
Lúgubre, silabeando amenazas,
Brujas negras que arrancan
Del mar hecho ronca voz de la penumbra
Los restos de tu lírica piel
Hechos de nívea espuma.

Trémula la palmera se inclina
Asustada, quebradiza su cintura
Ante los ululantes dioses de la sombras,
Envalentonados, exigentes
De rendiciones completas,
De sañas imperecederas.

Una mano negra enguantada
De olvidos y carcajadas de brumas
Deshoja la imprudencia
Del geranio vestido de gala,
Y serpenteado en la humead de la pared,
Se agarra una enredadera desesperada.

Y la soledad pesa
Mil toneladas y media
Y se desnuda la tristeza
Para ser sirena varada
En esta playa blanca
Donde el miedo borra tus huellas,
Donde se asusta hasta la arena.

(José M. Huete García. Noviembre 2012)

domingo, 25 de noviembre de 2012

INCERTEZA

Cerró la noche sus ojos
En la penumbra de sus pestañas,
Sin un adiós, ni despedida,
Se llevó con ella una luna traviesa
Y mil estrellas aburridas
Porque no había ángeles que jugaran
A ver cual era el que mas tardaba
En caerse del árbol de la ciencia.

Y nos quedamos solos,
Bien medidas las espaldas,
Con el peso traslúcido de la palabra,
Con unos versos asomados
Por las rendijas del alma,
Decididos a quedar impresos en el cielo
O a ser aldaba en la puerta del infierno.

Mi mano careció de firmeza
Para sujetar las riendas
Riendas de esos corceles desbocados,
Que escapados de tu mirada
Hacían cabriolas en mi cuerpo,
Que desde el nido de tus senos
Volaban gorriones hasta mi sexo.

Esta noche te soñé
Con os ojos bien abiertos,
Y el corazón palpitante
En la palma de mis manos,
Con las alas desplegadas
En pos de sacrosantas incertezas,
Con toda el hambre de la estepa
Desahuciada de saciarse de certezas.

Esta noche nos dejó escrito
Un poema indefinido,
Ajeno a los pasos del tiempo
En los huecos de un espacio inverso.

(José M. Huete García. Noviembre 2012)
UNA NOCHE DE AMOR

Esta noche has estado conmigo,
Tu cuerpo era mar infinito
En el lado derecho de mi cama,
Yo era gaviota hambrienta
Pescando en él peces de plata.

Un viento ardiente denudaba
De pétalos tu piel morena,
Yo la vestía muy despacio
Co la avidez de mis  labios
Con la húmeda lluvia de mi lengua.

Mis dedos eran tiernas tijeras
Cortando girasoles de ojos negros
En la voluptuosidad de tus pechos,
Coronaban una y otra vez
En rotundo gemido tu deseo.

Fui abeja laboriosa
En el dulce panal de tu sexo,
Inhalé con parsimonia
Tu aroma incontenible de hembra,
Supe del sabor agreste de la lujuria.

Mi sexo hecho del orgullo
Del árbol que en su tronco
Exhibe enhiesto sus otoños,
Echó raíces en tus adentros
Supo del mas íntimo de tus murmullos.

Y cuando un arco iris
Señalo con espumas de colores
El fin de la tormenta,
Nuestras lenguas se trabaron
Abandonadas a la mudez de las palabras.

(José M. Huete García, Noviembre 2012)