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sábado, 4 de enero de 2014

PERMANENCIA

Sé que no es suficiente,
que escriba un poema
con los trazos fugaces
con que acaricia el alba,

ni un pentagrama
de sinfónica mañana
con efímeros acordes
de afinados violines,

ni el rumor del mar,
que va y viene
acunando historias
de dudosas verdades.

Que nada es suficiente,
si la palabra no cristaliza
como cuarzo
en roca candente,

si no nacen estigma
del color de los claveles,
para que suenen sinceros
un poema y un ruego..

(José M. Huete García. Octubre 2013)

D.A.R.
CON UNA MIRADA TUYA
(Con el sentimiento desbordante
y la ingenuidad poética, con qe comencé
a escribir haces mas de 3 años)

Con una mirada tuya
escribiría mi mejor poema,
con un beso tuyo
no habría sitio en el Universo
para escribir lo que sintiera,
con una caricia tuya,
mi palabra estremecería
hasta a la mas lejana estrella.

Allá donde vaya
hablaré de tu amor,
se lo contaré al río,
y a los cañaverales
de sus riberas,
al polvo del camino,
y al silencio de las piedras,
a cada ola de mar
que a la playa vuelva.

Grabaré los versos
con tu nombre
en cada pétalo de las flores,
esperaré a que vuelen
los gorriones
para que con cada aleteo
esparzan un “te amo”
que en el aire agite tempestades.

Que todo el mundo lo sepa
que de otra cosa
no se hable,
que con una mirada tuya
se incendió hasta el horizonte.

(José M. Huete García. Julio 2010)

D.A.R.

viernes, 3 de enero de 2014


 EL VIAJERO DE LA POESIA

Palabra a palabra
verso a verso
estrofa a estrofa
poema a poema

con llanto
con alegrías
con voz calida
con gritos de rabia

embaucador
seductor
acusador
dilapidador de sueños

enamorado
incrédulo
apasionado
desesperanzado

entre las sombras
henchido de luces
abriendo ventanas
cerrando puertas

malabarista de la palabra
ordeñador del verbo
trasgresor del lenguaje
traficante de la gramática

así hace camino
el alma despierta
el corazón agonizante
que dice ser poeta.

(José M. Huete García. Octubre 2013)

D.A.R.

jueves, 2 de enero de 2014



SENSITIVO

Si te digo,
que eres el agua
límpida y clara
que mis pies cansados baña,
que eres la lluvia virgen
que en mis mejillas
riega los surcos
que dejaron las lágrimas…

Que eres ese infinito mar
por donde mis sueños navegan,
y en tus estelas
es de espuma la esperanza…

es que aunque se apaguen mis sentidos,
mi piel no te sienta,
mis oídos tu voz no escuchen,
mis ojos no te vean,
mis manos haya perdido tu aroma,
a mis labios
los tuyos a miel ya no les sepan…

con mi corazón abierto
aún te percibo,
porque me quedé desnudo
de inútiles vestimentas,
porque el hambre de ti
de la memoria de tu piel la alimento,
porque de tu aroma
de hembra eterna
huele la tierra que piso,
porque tu voz
llena de acordes apasionados,
tiene los diapasones
de una guitarra bien templada


es que la única certeza que concibo
es la de mi sentimiento,
cuando libremente
a ti se ata,
y en mis arterias siento
tu fluir como savia,
cuando tu esencia se hace verso,
y con cada poema te beso.

(José M. Huete García, Diciembre 2013)

D,A.R.

ALEGATO CONTRA  LA  ASEPSIA

Hay una paloma que su arrullo calla,
una rama se quebró en el árbol,
una cría perdió su nido,
a su madre está llamando.
triste es la agonía de su hambre,
un viento malsano le trajo el llanto.

Una espiga está vacía de grano,
el sol es oro fundido y amargo,
sedientos están los surcos,
se agrieta el corazón del labriego,
ya no es húmeda su Primavera,
sin sabor a pan se está quedando.

Que fugaces son las sombras
que trazan caminos en el asfalto.
Que brillantes los zapatos
tan inmaculados de barro.
Tan asépticas parecen las manos,
que del dolor están a resguardo.

De quién es la fría daga asesina,
que con saña está arrancando
el latir de la esencia de lo humano.
Quien escribe ese impune decálogo,
en cuyo primer mandamiento
enmudece al corazón desarraigado.

Es en los pétalos de una flor
donde palpita mi ser apasionado.
Con el salitre sabor de los mares
tus labios me están besando.
En el libre vuelo de la golondrina
siento que te estoy amando.

Rompamos las cadenas
de la sutil esclavitud de lo inocuo.
Que el viento, si es de tormenta
en la piel del alma deje huella,
si brisa amodorrada  de ocasos
que pinte de violeta un poema.

(José M. Huete García. Enero 2014)

D.A,R,

miércoles, 1 de enero de 2014

MEMORIA DE LO INTRANSCENDENTE

Nunca supe donde estaban colocadas
 las comas, los punto y seguido,
o los puntos y aparte,
en aquella historia del niño asustado
que escuchaba pasar junto a su cuna
elefantes irritados.

Ni siquiera, si era él
quien aún no conocía el miedo,
cuando bajo el cielo lleno de soles,
orinaba gozoso en el río,
despertando, en su osadía,
de su letargo a los cocodrilos dormidos.

No supe si fue  aquel niño que nunca creció,
quien me contaba estos azares
en los versos continuos de un poema,
o fue aquel hombre barbado y arisco
quien me narraba un libro por capítulos,
mientras escupía sus azares al Danubio.

Es la memoria, que en los pliegues
del tiempo se esconde, tan cobarde,
que va dejando pasar la pequeñez
de lo importante como intranscendente,
que hace imposible saber
cuando nacen y mueren los sueños.

(José M. Huete García. Octubre 2013)

D.A.R.
UNA HISTORIA MÁGICA

Era muy joven y soñador,
cuando decidieron ahorcarlo
con cuerda gruesa de puño
y tres metros de largo.

Dijeron que era cuatrero
de corazones puros,
que merecía esparcir su sangre
a los cuatro esquinas del viento.

A verle en el patíbulo asistieron
familiares, amigos,
y los vates mas conspicuos,
que contaron sus delitos.

Por su boca vomitó a chorros
el caudal de sus venas,
pero no pronunció
ni una palabra de clemencia.

Bajo tierra lo enterraron
sin epitafio ni mármol,
nadie entonó una oración
ni un salmo de perdón.

Mas de su alma se olvidaron,
que arrastrada por el viento
en cactus del desierto revivió
y con espina su rencor revistió.

Fué ladrón de arma acompañado
y corazones impuros asesinó,
en ruletas amañadas trampeó
y con riquezas su sangre restituyó.

En tronos de poderosos se sentó,
a su mesa bebió y emborrachó,.
a los lechos de hijas y esposas
entre sedas y satenes se subió.

Cuando a su pueblo regresó
como gran señor benefactor,
entre festejos lo aclamaron
y hasta una virgen le ofrecieron.

Y allí al pié del campanario
que a gloria repicaba,
a todos bendijo, y sin mas
al fin su alma les entregó.

(José M. Huete García. Octubre 2013)

D.A.R.
SIN ESTREMECIMIENTO

Antes…
me despedí de las estrellas
acallé la lechuza
apagué la luciérnaga
vacié el vaso
con dos gotas de olvido
apagué la colilla
y me dormí
bajo una manta de tierra.

Después…
ya ni siquiera sé
si me lloraste
al llegar la Primavera.

(José M. Huete García. Octubre 2013)

D.A.R.




Este relato que hoy os ofrezco, no quiero llamarlo poema,
Porque en realidad es eso un relato versificado. No hay en
El inspiración, ni musas, solo mi corazón y mi mente
Abiertos de par en par. El fiel reflejo de una realidad,
Mi vida, con todos los claroscuros por lo que ha transitado.

No sé bien, si es una necesidad que siento, de hacer recuento
Y resumen para mi mismo, en estos momentos en que los
Otoños son mas largos que las primaveras, o es una obligación
Que percibo necesaria, de contar quien soy de verdad, pues
Creo que todo aquel que adquiere el compromiso de interpretar
La existencia y ofrecerla bajo su óptica, ha de procurar no
Ocultar ni de donde viene, ni a donde va. Las zonas oscuras
De una persona, dan lugar a rechazos, muchas veces injustificados,
O a mitificaciones que luego se derrumban. Es verdad que
El poeta (y yo quiero serlo), ha de ser testigo y actor de su
Tiempo y su espacio, mas yo me siento de muchos tiempos y de
Muchos espacios, y desde luego libre de ese pequeño espacio
A que te reduce la sombra de cualquier bandera.

Con vuestro permiso…

MI VIDA VISTA DESDE MI VENTANA

No siento bajo mis pies
El profundo palpitar de unas raíces
Bien asentadas
Que me aten con fuerza
Al sabor de una tierra,
Al color de una paisaje,
Al aroma de una flores,
Ni al calor de un hogar
Bendecido para siempre,
Siento que por mi venas
Crecen enredaderas
Que con la fuerza del cemento
Intentan sostener un edificio
Hecho de material de derribo.

Soy apátrida y peregrino
Por condición y convicción.

I.- Orígenes

Nací justo al final de aquella época
En que las guerras
Con mas crueldad que nunca
Asolaron mi país y La Tierra entera,
Dejando patente la injusticia
Que siempre es para el inocente.

Nací de padre militar por necesidad
Y orgullo de estar entre los vencedores,
Siempre con los galones bien evidentes.
De madre de profundas convicciones,
De silenciosa y religiosa vocacional.

No nací en una casa solariega
Llena de tradiciones de aromas,
Sabores y voces, colores y celebraciones,
Que dejan la impronta
De una pertenencia.

Nací en una casa prestada,
En una barriada humilde, de rencores
Y hambres con cuidado ocultados.
Mi cuna no estaba adornada
De sedas, puntillas y bordados,
Tenía la escueta función de aguantar
Mi llanto inasequible y estridente,
Mientras mi madre se recuperaba
De circular por los bodes de la muerte,
Tal era mi oposición a venir
A este mundo que me tocó en suerte.

II.- Geografía

Vine a este mundo en un Madrid
Gris y pueblerino, capital de un país
Desangrado y desengañado,
De viejas glorias e imperios esparcidos
A los cuatro vientos de la Historia,
Aunque se intentaran reivindicar
En canciones y leyendas de boina roja,
Camisa azul y saludo romano.

Con poco mas de un año, me llevaron
En volandas de un bimotor de hélices,
En viaje de tres días con escalas
En el Sahara y otros países ignotos,
Hasta ese resto del imperio patrio,
Que era Guinea Ecuatorial,
En pleno vientre de África.

Allí conocí otras razas, otras culturas,
Otras formas de ver y mirar la vida,
La difícil relación que entre diferentes
Siempre se establece,
Porque el poderoso quiere imponer
Sus costumbres que cree redentoras,
Pero lo ancestral siempre pervive,
Y el miedo que un niño puede sentir
Ante ese mundo ajeno y lejano.

Supe de la exhuberancia sin limite
De la selva mas intrincada,
De la multiplicidad de los colores,
De aromas, de sabores tropicales,
De los mil peligros latentes,
Del golpeteo de los gorilas en su pecho,
Del trotar y barritar de los elefantes
En noches límpidas de estrellas,
De los miles de insectos venenosos
En cualquier rincón, en el aire,
De la serpiente paseando por los salones..

Di mis primeros pasos de estudiante
En la extremeña Tierra de Barros,
Internado y enclaustrado,
Donde recogí todos los premios posibles,
Y hasta pertenecí al equipo de futbol,
Pero derramé demasiadas lágrimas,
Pues a pesar de estar rodeado
De hijos de opulentos terratenientes,
Yo el mas humilde de todos,
Era rechazado por ser el niño de Madrid.

Me convertí en un ser arisco y rebelde,
Y me vi expulsado y obligado
A seguir mis estudios de bachillerato
En otro internado de malagueño,
Donde aún con mi rebeldía a cuestas,
Conseguí ir madurando.
Hice amigos entre curas y compañeros,
Que ya me llamaban “Huete el filósofo”.

Allí me enamoré por primera vez
Perdidamente, y entre amores y ausencias
Escribí mis primeros poemas.

Me trasladé a Madrid de nuevo
Para realizar mis estudios universitarios,
Primero en Dirección de Empresas,
Y ante mi incapacidad manifiesta
Para entender las matemáticas
Y  lo que tuviera que ver con economía
Y las finanzas y sus estrategias,
Continué con la carrera de Derecho.

Eran los primeros y mediados años 60,
Tiempos azarosos, revolucionarios,
De grandes cambios en el mundo entero,
Donde el inconformismo y la rebeldía
Eran señas de identidad de una juventud,
Que no quería seguir viviendo el mundo
Gris y autoritario de sus padres y abuelos,
Que vislumbraba nuevas tierras de promisión.
Y ahí estuve, en primera fila,
Defendiendo las ideas mas extravagantes.

He de confesar que fueron años felices,
De una vida intensa y excesiva,
Conviví con mi primera pareja
Y tuve, aunque tardara años en saberlo,
Mi primer hijo, al que solo vi una vez.

A ratos, seguí escribiendo mis poemas
que nunca pasaron del ámbito familiar.

Me convertí en lector impenitente
(aunque siempre me gustó leer)
De todo lo que caía en mis manos,
Especialmente, historia, filosofía, sicología,
Y cualquier cosa sobre política,
Conocí los escritos de casi todos los filósofos,
Antiguos, modernos, de la tendencia que fuera,
Y decidí mi preferencia por el existencialismo.
Me empapé de la historia de cualquier tiempo
Y lugar, sin exclusión alguna,
Me enamoré de la sicología y las diferentes
Formas de ver a la persona y sus actos,
Y aprendí a ser espectador de mi tiempo
Introduciéndome en el análisis político.

A finales de los 60 me trasladé a Cataluña,
Donde pase 35 años de mi vida.

En 2003 volví a Madrid, rendido y desarmado,
Ya con mis problemas de visión encima,
Y tras el incendio total de mi casa en 2009,
He residido en Murcia, Granada
Y finalmente aquí en en esta isla de Tenerife.

Conozco 45 de las 47 capitales de provincia
Y cientos de poblaciones de España.
He recorrido buena parte de Europa,
Ya hasta he dado algún salto sobre el Atlántico.
Todo ello me ha enriquecido
Y a muchas cosa le ha dado sentido,
Y quizás me haya hecho ver
Que de la necesidad se ha de hacer virtud,
Y que el único peregrinaje es el que se hace
A través de uno mismo.

(Por hoy, y con miedo a haber pecado
De soberbia, por creer que mi vida
Puede pareceros interesante, y evitando
Caer en un monólogo que pueda aburriros,
Y si me dais permiso, seguiré con el resto
Otro día. A quien haya llegado hasta aquí,

Gracias amig@))

SINCERA DECLARACIÓN DE AMOR

No escribiré poemas de amor
mientras la esperanza
tenga hojas secas en mi alma,
si no puedes mirarme a los ojos
y adivinar que entre mis pestañas
aun queda fuego para quemarte.

¿Quién soy yo,
para dejar marcados en tu piel
los lindes, donde cautiva
añores la fuerza de las flores,
cuando la belleza les concede
de su lujuria la absolución?

No hay verdad posible
en los versos inconsistentes,
si no cuentan la historia
de cada lágrima,
de cada gota de sangre que tiñe
la tinta con que se escriben.

¿Quién soy yo,
para hacer de la palabra un ardid
que quiera hacerte creer
que nunca cesará la lluvia,
que te haré florecer en nardos
si de toda pasión fui excomulgado?

Si no soy dueños del calendario,
y el tiempo inmisericorde
ya ha roto los candados,
solo me queda para ofrecerte
un puñado de ceniza en las manos,
y sabor de la arena en los labios.

(José M. Huete García. Octubre 2013)

D.A.R.

lunes, 30 de diciembre de 2013



NEGRO REFLEJO DE UN SUEÑO ESCABROSO

Le he robado al aire
unos versos apócrifos,
los he depositado en el linde
de tu cintura,
ahí donde te haces palmera
cuando el  viento cimbrea
sueños en tus caderas.

Titubearían mis manos,
asustadas
de tu cadencia de hembra,
si fueran ellas,
las que trazaran la divisoria
entre esas dos partes,
con que en plenitud te entregas.

La del reflejo de la noche,
en la que el cielo
apagado de estrellas,
se derrama en cascada
sobre el amanecer
de tu piel inexplorada.

La del eco escondido
de la tormenta que agita
la impiedad de tu sexo,
que enciende el relámpago,
para apaciguarlo
en iluminado remanso.

¡Cuantas palabras faltan
a estos versos ignotos,
para ser la saliva
que en tu espalda escriba
de Sur a Norte,
la inmensa escabrosidad
de mi lujuria encendida!

(José M. Huete García. Noviembre 2013)

D.A.R.
A ICOD DE LOS VINOS

La ciudad donde vivo,
se desliza a pequeños saltos
por la ladera de un volcán
ya manso y callado,
hasta recibir el abrazo
de un mar sereno
que no aprieta
con fuerza su cintura,
ni le exige
que le acompañe
en viajes aventureros.

No es grande,
ni tan pequeña
para evitar esa batalla
entre lo nuevo,
que con su intransigencia
pretende apropiarse
hasta de su balconadas
de trabajada madera,
y esa indolencia
de lo viejo que resiste,
con la sabiduría
de quien con los años,
ya sabe de todos los vientos..

Sus gentes tienen
esa reserva profunda
del que toca la tierra cada día,
que la aromatiza
de fecundas cadencias,
y esa efervescencia
que de su boca vuela
en forma de isa o folia,
cuando su voz cantarina
cuenta tristezas o alegrías.

Sus palmeras
de cadera estrecha,
y sus flores alegres
que la salpican
voluptuosas de colores,
ponen acentos tropicales
en su plazas,
avenidas o callejas,
y esa lilácea
que orgullosa de años
Drago se proclama,
Y a las nubes
con sus raíces abraza.

Mi ciudad es musa
que cada mañana,
se asoma a mi ventana
y cálida me abraza.

(José M. Huete García. Octubre 2013)

D.A.R.

domingo, 29 de diciembre de 2013

MARIPOSA EN TIEMPO PACIENTE

En esta noche
que amortiza el tiempo tan lentamente,
siento que por mis venas
fluye el río de todas las horas,
de las que se fueron contigo
y ya no vuelven,
el de las que vienen
plenas de cantos rodados
con otros nombres.

No sé si espero la señal del relámpago
imprudente,
el trueno que interrumpa
este sosiego de la transigencia,
donde todo es permanente,
acostumbrado,
intranscendencia de breviario

¡O es  que a tirar la piedra en el remanso
mi mano no se atreve!

Me sería tan fácil ser arena
si tu fueras ola incansable,
ser pétalo enardecido de polen
si tu fueras mariposa desafiante,
pero que difícil se me hace
contar entre mis dedos cada instante
que sin pecado se pierde.

¿En qué rincón del tiempo caducado
me dejaste ese recetario de alquimia
para no morir de repente?

(José M. Huete García. Diciembre 2013)

D.A.R.