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miércoles, 1 de enero de 2014





Este relato que hoy os ofrezco, no quiero llamarlo poema,
Porque en realidad es eso un relato versificado. No hay en
El inspiración, ni musas, solo mi corazón y mi mente
Abiertos de par en par. El fiel reflejo de una realidad,
Mi vida, con todos los claroscuros por lo que ha transitado.

No sé bien, si es una necesidad que siento, de hacer recuento
Y resumen para mi mismo, en estos momentos en que los
Otoños son mas largos que las primaveras, o es una obligación
Que percibo necesaria, de contar quien soy de verdad, pues
Creo que todo aquel que adquiere el compromiso de interpretar
La existencia y ofrecerla bajo su óptica, ha de procurar no
Ocultar ni de donde viene, ni a donde va. Las zonas oscuras
De una persona, dan lugar a rechazos, muchas veces injustificados,
O a mitificaciones que luego se derrumban. Es verdad que
El poeta (y yo quiero serlo), ha de ser testigo y actor de su
Tiempo y su espacio, mas yo me siento de muchos tiempos y de
Muchos espacios, y desde luego libre de ese pequeño espacio
A que te reduce la sombra de cualquier bandera.

Con vuestro permiso…

MI VIDA VISTA DESDE MI VENTANA

No siento bajo mis pies
El profundo palpitar de unas raíces
Bien asentadas
Que me aten con fuerza
Al sabor de una tierra,
Al color de una paisaje,
Al aroma de una flores,
Ni al calor de un hogar
Bendecido para siempre,
Siento que por mi venas
Crecen enredaderas
Que con la fuerza del cemento
Intentan sostener un edificio
Hecho de material de derribo.

Soy apátrida y peregrino
Por condición y convicción.

I.- Orígenes

Nací justo al final de aquella época
En que las guerras
Con mas crueldad que nunca
Asolaron mi país y La Tierra entera,
Dejando patente la injusticia
Que siempre es para el inocente.

Nací de padre militar por necesidad
Y orgullo de estar entre los vencedores,
Siempre con los galones bien evidentes.
De madre de profundas convicciones,
De silenciosa y religiosa vocacional.

No nací en una casa solariega
Llena de tradiciones de aromas,
Sabores y voces, colores y celebraciones,
Que dejan la impronta
De una pertenencia.

Nací en una casa prestada,
En una barriada humilde, de rencores
Y hambres con cuidado ocultados.
Mi cuna no estaba adornada
De sedas, puntillas y bordados,
Tenía la escueta función de aguantar
Mi llanto inasequible y estridente,
Mientras mi madre se recuperaba
De circular por los bodes de la muerte,
Tal era mi oposición a venir
A este mundo que me tocó en suerte.

II.- Geografía

Vine a este mundo en un Madrid
Gris y pueblerino, capital de un país
Desangrado y desengañado,
De viejas glorias e imperios esparcidos
A los cuatro vientos de la Historia,
Aunque se intentaran reivindicar
En canciones y leyendas de boina roja,
Camisa azul y saludo romano.

Con poco mas de un año, me llevaron
En volandas de un bimotor de hélices,
En viaje de tres días con escalas
En el Sahara y otros países ignotos,
Hasta ese resto del imperio patrio,
Que era Guinea Ecuatorial,
En pleno vientre de África.

Allí conocí otras razas, otras culturas,
Otras formas de ver y mirar la vida,
La difícil relación que entre diferentes
Siempre se establece,
Porque el poderoso quiere imponer
Sus costumbres que cree redentoras,
Pero lo ancestral siempre pervive,
Y el miedo que un niño puede sentir
Ante ese mundo ajeno y lejano.

Supe de la exhuberancia sin limite
De la selva mas intrincada,
De la multiplicidad de los colores,
De aromas, de sabores tropicales,
De los mil peligros latentes,
Del golpeteo de los gorilas en su pecho,
Del trotar y barritar de los elefantes
En noches límpidas de estrellas,
De los miles de insectos venenosos
En cualquier rincón, en el aire,
De la serpiente paseando por los salones..

Di mis primeros pasos de estudiante
En la extremeña Tierra de Barros,
Internado y enclaustrado,
Donde recogí todos los premios posibles,
Y hasta pertenecí al equipo de futbol,
Pero derramé demasiadas lágrimas,
Pues a pesar de estar rodeado
De hijos de opulentos terratenientes,
Yo el mas humilde de todos,
Era rechazado por ser el niño de Madrid.

Me convertí en un ser arisco y rebelde,
Y me vi expulsado y obligado
A seguir mis estudios de bachillerato
En otro internado de malagueño,
Donde aún con mi rebeldía a cuestas,
Conseguí ir madurando.
Hice amigos entre curas y compañeros,
Que ya me llamaban “Huete el filósofo”.

Allí me enamoré por primera vez
Perdidamente, y entre amores y ausencias
Escribí mis primeros poemas.

Me trasladé a Madrid de nuevo
Para realizar mis estudios universitarios,
Primero en Dirección de Empresas,
Y ante mi incapacidad manifiesta
Para entender las matemáticas
Y  lo que tuviera que ver con economía
Y las finanzas y sus estrategias,
Continué con la carrera de Derecho.

Eran los primeros y mediados años 60,
Tiempos azarosos, revolucionarios,
De grandes cambios en el mundo entero,
Donde el inconformismo y la rebeldía
Eran señas de identidad de una juventud,
Que no quería seguir viviendo el mundo
Gris y autoritario de sus padres y abuelos,
Que vislumbraba nuevas tierras de promisión.
Y ahí estuve, en primera fila,
Defendiendo las ideas mas extravagantes.

He de confesar que fueron años felices,
De una vida intensa y excesiva,
Conviví con mi primera pareja
Y tuve, aunque tardara años en saberlo,
Mi primer hijo, al que solo vi una vez.

A ratos, seguí escribiendo mis poemas
que nunca pasaron del ámbito familiar.

Me convertí en lector impenitente
(aunque siempre me gustó leer)
De todo lo que caía en mis manos,
Especialmente, historia, filosofía, sicología,
Y cualquier cosa sobre política,
Conocí los escritos de casi todos los filósofos,
Antiguos, modernos, de la tendencia que fuera,
Y decidí mi preferencia por el existencialismo.
Me empapé de la historia de cualquier tiempo
Y lugar, sin exclusión alguna,
Me enamoré de la sicología y las diferentes
Formas de ver a la persona y sus actos,
Y aprendí a ser espectador de mi tiempo
Introduciéndome en el análisis político.

A finales de los 60 me trasladé a Cataluña,
Donde pase 35 años de mi vida.

En 2003 volví a Madrid, rendido y desarmado,
Ya con mis problemas de visión encima,
Y tras el incendio total de mi casa en 2009,
He residido en Murcia, Granada
Y finalmente aquí en en esta isla de Tenerife.

Conozco 45 de las 47 capitales de provincia
Y cientos de poblaciones de España.
He recorrido buena parte de Europa,
Ya hasta he dado algún salto sobre el Atlántico.
Todo ello me ha enriquecido
Y a muchas cosa le ha dado sentido,
Y quizás me haya hecho ver
Que de la necesidad se ha de hacer virtud,
Y que el único peregrinaje es el que se hace
A través de uno mismo.

(Por hoy, y con miedo a haber pecado
De soberbia, por creer que mi vida
Puede pareceros interesante, y evitando
Caer en un monólogo que pueda aburriros,
Y si me dais permiso, seguiré con el resto
Otro día. A quien haya llegado hasta aquí,

Gracias amig@))

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