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sábado, 29 de diciembre de 2012

 COSECHANDO SOMBRAS

Es sal y fuego
Lo que esta noche
Talló la frigidez de la estatua
La sal que asola
Los vestigios en la mirada
El fuego que consume
La ególatra divinidad
De la nostalgia.

¡Y mis soledades
Eran sangre vivificante!

Es de ambrosía y vinagre
El bebedizo
Que reconstruye en un sorbo
La angustia
De beber el vino pecaminoso
En las manos
Aun vacías de pétalos rojos
En las marcas de su martirio.

¡Y sacié mi sed
En los bodes de un vaso roto!

Fue cuando se suicidaron
Las luciérnagas
En el negro resplandor
De las sombras
Cando una quimera asesina
Desequilibró la balanza
Por el lado oculto del silencio
Con aullidos de lobo improbable.

¡Y un reguero de semen furtivo
Cerificó la incuestionable muerte
De los sentidos!

(José M. Huete García. Diciembre 2012)
ESTA NOCHE ESTAS AUSENTE

Esta noche tienes cara de indiferencia
Tejes y destejes soledades
Sin darte cuenta
Que ya no viene el mar
A morir en la playa de tu boca
Que ya no hay estrellas
Trazando surcos de luz
Entre sus olas.

Soy el velero que a tu viento
Abrió sus velas
Que en tus costas
Navega a cabotaje
Que fijó su rumbo
En el soplo ardiente
De tu aliento
En la brújula que marca el norte
En el vértice de tus muslos.

Esta noche tengo una tristeza
Límpida y transparente
Es n rayo de luna
Que tierno me acaricia
Que besa humedades en mis mejillas
Es la voz queda de la brisa
Que arranca en mis cristales
El triste rasgar de una guitarra.

¡Y tu estás ausente
Lejana e indiferente
En esa noche tan larga!

(José M. Huete García. Diciembre 2012)
PRIMAVERA (Soneto)

Si una campana solitaria suena
en la lejana tierra de los sueños,
es que hay renuevos en la azucena
y de un nuevo aroma se llana el viento.

Si un colibrí aletea alocado
saltando de amapola en amapola,
es que la primavera ya ha llegado
y en los surcos la alegría es ola.

Los cimborrios se llenarán de cantos
de pequeñas cigüeñas hambrientas,
de veletas ya curadas de espantos.

Las espigas serán bocas sedientas
de cristalina agua de nubes negras,
todas las flores serán parturientas.

(José M. Huete García. Diciembre 2012)
ENTELEQUIA

Imposible definición
Sentidos que se agotan
En si mismos
El tacto que quebranta
La luminosidad
Del cristal transparente
Del aire
El sabor agridulce
De la vivencia
Que perdura olvidada
El sonido hueco
Del humo sin magia
Envolvente
La mirada sospechosa
De dibujar el destiempo
En tonos celestes
El olor abominable
De una virgen
Ardiente
La falsead de lo cierto
La certeza
De lo que no existe
El sacralizado rigor
Del presente
Pisoteado
Arrancado de cuajo
En el reloj
De los  audaces.

Así te define
Mi mente
Cuando libre
Decide que seas
Surco abierto
Para sembrarte
Con mis soledades.

(José M. Huete García, Diciembre 2012)
SIN HUELLAS

Miro como el mar renace
Azul brillante
En la perfecta inquietud
Del tenue susurro de la olas,
Muriendo pulcramente
Engalanado de cenefas blancas
En la impavidez de la playa.

Y como si fuera una brisa
De historias lejanas
Siento como el tiempo pasa,
Me abraza,
Se va dejándome una muesca
De vaciedad
En el reverso del alma.

Siento como desde el cielo,
Donde en cada estrella
La eternidad es solo una mueca,
Se abren en torrente las fuentes
Donde fluyen
Los instantes no vividos,
Los que intuyo impaciente.

Hay tantas huellas sin pisada
Esperando ser holladas
En este camino que me lleva,
Sin hitos sin espuelas,
Hasta tus riberas,
Que ahora se que lo eterno
Para que duela ha de dejar huella.

(José M. Huete García. Diciembre 2012)

viernes, 28 de diciembre de 2012

ERES LA REALIDAD DE MIS SUEÑOS

Amor,
Si no existieran los sueños
Como explicar que es permanente
En mi memoria
Esa tonalidad anaranjada del alba
Donde anhelante
Te espero cada mañana.

Como explicar que cada retoño
De geranio que brota
Es una invitación de tu boca
Para que me apropie de tu dulzura
De cada palabra hecha promesa
En un aleteo de mariposa.

Como explicar que cuando mi piel
Se llana de gotas de lluvia
No es que las nubes lloren su tristeza
Es que siento la caricia de tu lengua
Cuando traviesa me recorre
Y hasta el tuétano en mi se estremece.

Como explicar que cuando arrecia
Furiosa la tormenta
No repiquetea el viento en mi ventana
Son los profundos alaridos
Que surgen del abismo de tu vientre
Cuando exigente mi sexo te penetra.

¡Si no existieran los sueños
Como hacer de tu ausencia
Esa realidad en que te conviertes!

(José M. Huete García. Diciembre 2012)
ATARDECE
(De mi libro Passion-Ata. Nueva versión)

Amor,
Cuando la tarde se hace resumen
El tiempo es una cariátide,
Y todo adquiere ese tono violáceo
En que las cosas parecen difuminarse
Y lo que antes era importante
En pequeñeces sin importancia
Se transforma,
En que toda carece ya
De tiempo y distancia,
Me invade sin remedio
Ese escepticismo ingrávido
En que los sueños van muriendo
Y a mi, sin darme cuenta
Me van llenando
Esqueléticas realidades,
Y las palabras se quedan
En un pusilánime intento
De vestir de hojas verdes
Las ramas ya inertes del viejo roble.

Dejo que mi cabeza se recueste
Sosegadamente sobre los recuerdos,
Que en mis ojos se vayan apagando
Los matices de los colores,
Y solo quede ese tono violáceo
Que de forma tan indolora
Te va arrancando la vida,
Cuando ya nada es urgente,
Ni siquiera si alguna ve
Volveré a encontrarme en tu mirada
Cuando te mire de frente.

(José M. Huete García. Noviembre 2011)
LAS MUSAS NO ESCRIBEN

Qué difícil se hace encontrar las palabras justas, exactas,
Juntarlas, ordenarlas, darles un sentido en el pensamiento,
Elucubrar unos versos, mimarlos entre los dedos,
Amamantarlos, dialogar pacientemente con ellos,
Convencerlos de su importancia, de los adecuado de su atuendo,
Para que cuando se da a estas teclas, en estas cuartillas
Blancas, inhóspitas, permanentemente hambrientas.
Aparezcan sobre ellas, danzarines los sentimientos.

He aprendido que las musas son tiranas, exigen, apremian,
Te prometen mil placeres si en tinta las conviertes,
Si les entregas la sangre, el sudor, las lágrimas,
Si ante ellas te denudas y pueden olisquear hasta tu alma,
Se visten insinuantes, provocativas, con tules y sedas
Y a cambio de tus fantasías noches de lujuria te prometen,
Y si de tu tristeza se apropian te susurran palabras de muerte,
Son vagas e impertinentes nada te regalan, ni de partos entienden.

Mas que haría yo, si me abandonaran, si me repudiaran,
Si cuando la tristeza, la soledad y el llanto m embargan,
No pudiera copular con ellas hasta hacer poema mis lágrimas,
Qué haría yo si cuando lleno de nostalgia ni pudiera
Gritar a La Luna estos aullidos que anhelantes te llaman,
Que  haría yo si cuando llega el alba, en el horizonte no te reflejaras
Si la esperanza se me quedara muerta en la garganta
Si en un poema no pudiera mostrar como estás en mis entrañas.

(José M. Huete García, Diciembre 2012)

miércoles, 26 de diciembre de 2012

ESENCIAL

Esta noche las cosas llevan silencio
En su memoria apagada
En su mismo centro
Callan por respeto a mi alma
Para que su voz
No duela por tan lejana.

Esta noche no quiero
Emborracharme de nostalgia
No quiero buscar tu aroma
Entre las arrugas de mis sábanas
No quiero ser preso de la lujuria
En la perfecta curvatura de tus nalgas.

Quier ser piedra entre las piedras
Duro granito con que el viento
Un nuevo corazón me talle
Un pedernal en cada ojo
Para que como lluvia
Las lágrimas hasta el suelo resbalen.

Quiero ser roca erguida
Oteando la inmensidad de la campiña
Ver como retoña la primavera
Como en verano la tierra arde
Como en otoño desnudos lloran los árboles
Y el invierno viste su sudario blanco.

Esta noche no quiero ser caminante
Quiero que la vida me transite
Sin huellas de pasos que hieren
Sin luces que ciegan de vanidades
Sin palabras que mienten
Y hacen a la brisa culpable.

Quiero destilarme en esencia
Tan pura en su inocencia
Como la simiente
De la que nacen los trigales.

(José M. Huete Gracía. Diciembre 2012)

lunes, 24 de diciembre de 2012

ASI ES MI CASA

Cuatro paredes
Cuatro vacíos
Cuatro silencios
Cuatro olvidos
La nada envuelta
En mohosas ausencias
En cuadros viejos
En sombras chinescas
De una lámpara
Llene de tedio
En volutas de humo
De un cigarrillo
Siempre apagado
Siempre encendido
Mimetismo nostálgico
Ansiedad que se agarra
Enredadera desalma.

Cuatro tazas machadas
Extracto de cafeína
En bordes de abismos
De tibios recuerdos
Cuatro vasos rotos
Cuatro sorbos
Cuatro arañazos
En la garganta
Un televisor errabundo
Palabras
Palabras no escuchadas
Viejas canciones
Que en la memoria
Se atascan
Cuatro mariposas de la noche
En su danza de la muerte.

Cuatro
Todo se multiplica por cuatro
En este cuadrado perfecto
Donde habitan
Mis soledades.

(José M. Huete García. Diciembre 2012)
LA LUZ SE APAGA

La luz de los ojos se esta apagando
Despacio, con saña,
No se la lleva una ráfaga de viento,
Es el destino inquebrantable
De las viejas farolas
Que se encienden para iluminar
Las silenciosas huellas
De las pisadas a destiempo.

Y la de dentro…
La de dentro se está muriendo
Aún lleva la llama
En la palma de la mano
Pero los puños se están cerrando,
Es el niño que en su cuna
Siente que la soledad
Inmisericorde se la está robando.

No temo que los rescoldos sean opacos
Ni que la brisa los haga pavesas
Ni que con ellas se marchen los restos
De tanta mirada a la espera
De que al alba se abrieran las puertas
Y un rayo de sol intruso
Abrasara en las pupilas
Las grabada nostalgia de tu ausencia.

Ya solo veré el océano infinito de tu piel
Engalanado con mantilla blanca
Entre sus blondas encontraré
Los ejes oxidados de esa carreta
Donde portaba la simiente
Los senderos olvidados de otras épocas
Cuando tus surcos ahora ya secos
Con ella los plantaba de azucenas.

¡No se lluvia el agua que se derrama
Sino hay unos ojos que la miran!

(José M. Huete García. Diciembre 2012)

domingo, 23 de diciembre de 2012

TRÁNSITO

El sol y el mar rebosaban de agua y fuego
El aire envolvía en su tibieza
El esplendor del nardo, de la violeta,
Del geranio, del clavel y la azucena,
Era un suspiro galante la brisa
Y una algarabía el fluir de la savia
En los árboles que no morían de tristeza
Que hundían sus dedos en la tierra.

¡Como se borraron tantas huellas
Del tiempo del gozo y la pureza!

Fue solo un instante
En que la eternidad
Nos permitió rozar su corteza,
Transitamos sin equipaje
Reconociéndonos a tientas
Sabiéndonos desde antes
Que la palabra definiera
Los lindes de la inocencia.

¡Como temer la soledad del caminante
Si desde entonces estás en el aliento del aire
En el transito de ada instante!

(José M. Huete García. Diciembre 2012)