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sábado, 29 de diciembre de 2012

 COSECHANDO SOMBRAS

Es sal y fuego
Lo que esta noche
Talló la frigidez de la estatua
La sal que asola
Los vestigios en la mirada
El fuego que consume
La ególatra divinidad
De la nostalgia.

¡Y mis soledades
Eran sangre vivificante!

Es de ambrosía y vinagre
El bebedizo
Que reconstruye en un sorbo
La angustia
De beber el vino pecaminoso
En las manos
Aun vacías de pétalos rojos
En las marcas de su martirio.

¡Y sacié mi sed
En los bodes de un vaso roto!

Fue cuando se suicidaron
Las luciérnagas
En el negro resplandor
De las sombras
Cando una quimera asesina
Desequilibró la balanza
Por el lado oculto del silencio
Con aullidos de lobo improbable.

¡Y un reguero de semen furtivo
Cerificó la incuestionable muerte
De los sentidos!

(José M. Huete García. Diciembre 2012)

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