DESTIEMPO
Porque no hay otoños para que florezca el nardo
con todo el espelndor de su belleza,
porque en el destiempo no es libre la tierra
para parir maternidadades de hojas tiernas.
¡Como reverenciar a los dioses, que implacbles,
apuntalan el destino en parámetros.
donde toda locura es solo destino!
Porque solo el azar quiebra los cauces del tiempo,
culpable es el río que desborda su camino,
morirá de sequedad en la abierta puerta del desierto,
un viento sin nombre borrara sus huellas hasta ser olvido.
¡Qué fuerza han de tener las lágrimas que carga mi espalda.
para osar volar con alas prestadas,
por ese estrecho sendero de la pasión que no acepta temino medio,
y elige derramarse hasta la mIsma puerta del infierno!
(José M. Huete García. Octubre 2012)
Cuando el espíritu palidece ante lo irresoluble de la realidad, que nos castiga y amedrenta, la palabra teje ese manto que nos protege, que nos abriga, que nos devuelve a las horas de la inocencia, LA POESÍA. Aquí me encontrareis desnudo de equipajes inservibles, transpirando los sentimientos mas esenciales de mi devenir. Con mis dolores de parto, con mis alegrías rescatadas con la inmensa potencia del lenguaje mágico que surge en la espera interminable de saberme entero e indestructible.
"Las lágrimas que carga mi espalda..."
ResponderEliminares dura esa carga.
saludos
Sólo hay una manera de sonreirle al destiempo y es hacerlo en forma de poema; aqui, en el otoño nacen nardos, y la primavera barre hojas secas, tú y tu poesía lo pueden todo, bellísimo poema...
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