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sábado, 16 de marzo de 2013


DESEQUILIBRIO

Es sal y fuego
Lo que esta noche
Talla la frigidez de la estatua
La sal que asola
Los vestigios en la mirada,
El fuego que consume
La ególatra divinidad
De la nostalgia.

¡Y en mis soledades
la sangre vivifica en fuente
el aroma de la muerte!

Es de ambrosía y vinagre
El bebedizo
Que reconstruye en un sorbo
La angustia
De beber el vino pecaminoso
En las manos
Aun vacías de pétalos rojos
En las marcas de su martirio.

¡Y sacio mi sed
En los bodes de un vaso roto!

Siento la destreza de tu boca
al arrancar de mi piel
los restos de la flor
que con tanto cuidado
resguardé de los vientos
que azotan el recuerdo
y lo arrastran
por los arroyos del silencio.

Se desequilibra en mi garganta
Esa perfecta armonía
Entre el grito enajenado
Entre rejas de miedo,
Y el vibrante susurro
Del corazón abierto.

¡Solo queda
El angustioso gemido
De un paraíso perdido
Entre la arena de un desierto!

(José M. Huete García. Febrero 2013)

1 comentario:

  1. Uff!! fantasticos versos Jose.

    Un beso muy grande.
    Flor de petalos rojos!

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