DO SOSTENIDO

Fue en aquella esquina

Donde se arrodillaban las hojas secas

Olvidadas del beso de la brisa,

Donde su oración de despedida

Tenía el tono amargo

Con que se lamenta el saxo,

Donde nos encontramos,

Tu con tus cabellos adornados

De diademas de pétalos,

Yo con mis zapatos gastados.

Fue solo ese instante

Con que acostumbra el tiempo

A domeñar sueños insurrectos,

A cancelar las horas

Que no tendrán vigencia,

A enjaular en nichos

Impacientes esperas.

Qué fugaz se hace el latido

Del corazón herido

Cuando en esa hora

Del misterio unísono,

Se cruzan la distancia

Que se acorta

Y el momento en que la mirada

Se hace eterno suspiro.

Si ha de quedarme enquistada

La lluvia suave de la nostalgia,

De aquel profundo gemido

Del saxo atormentado,

De unos ojos negros

Que nunca se detuvieron

Para mirar un solo cielo,

Que mi piel haga eco

Cuando cada gota entone

Un do sostenido.

(José M. Huete García. Junio 2013)

D.A.R.