Seguidores

jueves, 5 de septiembre de 2013

ADIÓS A LA VIEJA RARMERA

Cada noche,
cuando bajas acicalada
de vieja ramera
con tu cara ajada
y tu celestinesca mirada,
te me ofreces
impúdica
como remedio urgente
de mis soledades.

¡Pero esta noche
es de trova
y arabescos en el aire,
ya no es tuya!

Con incienso de mi boca,
una copa
llena de ambrosía,
una tormenta de palabras
aventando los sauces,
he exorcizado
toda lujuria que no sea
terciopelo en mi cama.

¡Esta noche ya no es tuya
ya no copularás
con mi melancólica inocencia!

De tus brazos
transparentes de muerte,
me arrebató
una misteriosa dama
que dijo llamarse
Poesía.

(José M. Huete García. Septiembre 2013)

D.A.R.

No hay comentarios:

Publicar un comentario