LA MAGIA DE LA PASIÓN

Ya sabes que soy hombre de pocas palabras,

que para expresar lo que siento

sea bajo un sol tórrido que me abrasa los huesos,

o a la tenue luz de una noche amodorrada,

procuro que no excedan a mi corazón circunspecto,

que se ajusten exactas a mis comedidas ansias

Mas hoy algo ocurrió en la circunvalación de mi alma,

algo que se asoma por las rendijas de lo incierto,

algo que podría mi mesura definir como funesto,

como un vino que por la comisuras se derrama como agua,

como un manjar que por excéntrico no tiene precio,

y en la boca tiene el encanto de un menú de diez euros

Aquí me tienes hoy atemorizado y verborréico,

sucumbiendo atónito al poder de la magia,

dispuesto a enhebrar una promesa de mas de diez palabras

a dejar que cada una sea sangre derramada,

que tengan el color de la azucena o del lirio inquieto

a osar una escabrosidad aunque aterrorice mi garganta

Si hay algo que temía y ya no temo,

es a que la voz del compromiso sea algo mas que un eco,

a que mis labios mueran por recorrer tu espalda,

que mis manos sean esclavas de tus senos

a que si he de pagar el precio  de morir entre llamaradas

sea cuando la puerta del cielo se abra en tu sexo

Ahora que me enseñaste a no cuantificar el delirio,

a no valorar las pérdidas o ganancias de los sueños,

no permitas que haya ni una hora malgastada

en dejar que a esta pasión hecha de lluvia y viento,

vuelva al redil de lo prescrito como infierno,

a que todo tenga la única medida e la palabra.

(José M. Huete García. Julio 2014)

D.A.R