EL POETA

Dijo el poeta

y le creímos

Celebramos la muerte

del silencio

insaciable de palabras

Y la desnudez

de lo prohibido

no cubrimo

¿Acaso es la voz

autorizada

de lo sublime?

¿O es la memoria escrita

de los sueños

que confirman

que aún vivimos?

Habló el poeta

y nos sobrecogimos

Hay tanta belleza

desapercibida

que nos tatúa  el alma

Tanta melodía

que carece de partitura

y de espíritu

¿Acaso es el alfarero

que sabe modelar la arcilla?

¿Acaso es músico

de la escuela romántica

de ancestros imbuido?

O vividor iconoclasta

y empedernido

¿Acaso el curandero

que desemponzoña

el alma?

(José M. Huete García. Febrero 2016)

D.A.R.