ELUCUBRACIÓN CONSENTIDA
A un lado el incorrupto cuerpo,
Al otro la tumba vacía,
En el centro, un ciprés en perspectiva,
Pincel que objeta
La muerte preconcebida.
Errabundos trazos
Entierran junto a sus raíces
La flor de loto
Contraceptivo de la tierra,
La vida que se cierra.
Es en el segundo árbol
Donde inicia vuelo
El tordo herido,
En el primero
Ya hizo su nido.
Al horizonte sin límites
Alcanza la mirada,
Solo ojos ciegos
Auscultan la lejanía,
Las manos lentes de cercanía.
No hay último beso
Que a la tumba regrese
Queda en la piedra impresa.
Es inocente el que regresa
Una y otra vez, impío.
Espero me perdones
Este escribir letrillas
De implícita maldad,
Es tiempo absurdo
El que marchita la bondad.
(José M. Huete, Mayo 2012)
Cuando el espíritu palidece ante lo irresoluble de la realidad, que nos castiga y amedrenta, la palabra teje ese manto que nos protege, que nos abriga, que nos devuelve a las horas de la inocencia, LA POESÍA. Aquí me encontrareis desnudo de equipajes inservibles, transpirando los sentimientos mas esenciales de mi devenir. Con mis dolores de parto, con mis alegrías rescatadas con la inmensa potencia del lenguaje mágico que surge en la espera interminable de saberme entero e indestructible.
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