DISQUISICIONES EN MI VENTANA.
Despierta la mañana arrullando luces grisáceas,
como si la noche aún temblara asuatada
entre los dedos invisibles de una vida prestada.
Busco la raiz de las sombras que quedaron
agazapadas en el vaivén de las olas tintadas
de tinieblas evanescentes, de muecas desvanecidas.
Y mi voz traza circulos de cenizas apagadas,
de lamentos que repiten la elipse que vibra
en palabras, que no llegaron a ser tangentes.
Mi pensamiento abre hueco en el vacio
que marca los límites de lo comprensible,
y busca impotente ecos de pasos perdídos.
Mas allá del contorno ceremonial de las flores,
hallo huellas que son los pétalos desprendidos
de un tiempo que siempre fué adolescente.
Y antes de alzar mis manos para acariciarte,
en este día pleno de arco iris del alma,
escupo el resto de estas soledades que te llaman.
(José M, Huete García, Septiembre 2012)
Cuando el espíritu palidece ante lo irresoluble de la realidad, que nos castiga y amedrenta, la palabra teje ese manto que nos protege, que nos abriga, que nos devuelve a las horas de la inocencia, LA POESÍA. Aquí me encontrareis desnudo de equipajes inservibles, transpirando los sentimientos mas esenciales de mi devenir. Con mis dolores de parto, con mis alegrías rescatadas con la inmensa potencia del lenguaje mágico que surge en la espera interminable de saberme entero e indestructible.
La huellas del paisaje de tu alma,se reflejan en ese paisaje que observas desde esa ventana...qué imprescindible terminan siendo tus versos...
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