Hay días tan grises
tan oscuros
tan opacos
a los ojos que miran
Que como velo enlutado
ocultan
hasta el llanto
Hay horas tan silenciosas
tan solitarias
tan sordas
al alma desahuciada
de la palabra
Que tercas impiden
que canten los pájaros
Es tan sutil la soga
que ahorca
Y el tiempo de morir
tan largo
Que a la nostalgia
confunde
con un tierno abrazo
No hay pecado
que haya cometido
la húmeda soledad
llovida en la espalda
Que merezca
tanto tormento
Tanto vivir derrotado
(José M. Huete Garcái. Septiembre 2014)
D.A.R.
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