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domingo, 13 de septiembre de 2015



Te pregunto
y me dices que no tienes nombre
Ni lindes trazados en un mapa
Ni bordes
Ni asas
Ni una estrella
que te guíe hasta el norte
Solo la fuerza
inquebrantable del alma

Que eres húmeda lluvia
cuando besas
Brisa de tarde
cuando tus manos acarician
Lava que funde la piedra
cuando te entregas
Aroma de manglares
cuando sin medida
te desbordas en la ribera

Si te pregunto en la noche
bajando un lucero
hasta mi almohada
Me respondes
que si el sol se ausenta
traes la sombra de los pinos
hasta mi estancia
Los suaves labios de la brisa
hasta mi espalda

Y si me olvido…
¡Ay mi amor! Si me olvido
de recoger en ramillete
cada uno de tus suspiros
Sentir la cadencia
con que se derraman
las lágrimas negras
de tu ausencia
es mi merecido castigo

(José M. Huete García. Agosto 2015)
D.A.R.


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