HOMBRES DE GRIS ACERO

Vinieron aquellos hombres

vestidos de gris intenso

Brillante como el acero

Como el infierno templado

a fuego de invierno

Desterraron a las flores

hasta morir

en los invernaderos

Hasta aterir

sus ojos de soles abiertos

Expulsaron a los sauces

a secar sus lágrimas

en el desierto

A ser espejismo

de un ignoto desespero

Desahuciaron a las golondrinas

de los aleros

Hasta que aprendieran

a caminar en el suelo

A olvidarse del cielo

Aprisionaron las olas

en diques secos

Hasta que solo fueran

lenguaje secreto

olvidado en el tiempo

Era su voz

como el quebrar del hielo

Sus ojos espejos

carentes de reflejos

Miradas desde el reverso

de lo que no tiene precio

Decretaron que la rutina

debía inocularse

en las venas por decreto

Que perversos era predicar

la fe de los sentimientos

Y fue eterna la guerra

por dominar el pensamiento

Y solo se rindieron

los que lo indoloro

los mató ya muertos

(José M. Huete García, Agosto 2014)

D.A.R.