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domingo, 21 de octubre de 2012

Y EL MUNDO SIGUE GIRANDO

Cuando llega la tarde

y en el asfalto quedan las huellas

de un día intranscendente,

no me resigno,

busco en el aire

ese gemido acallado

de tanto llanto doliente.

No queda en esa historia

de los panegíricos

que en papel escrito nos venden,

el traslúcido color de la piel

del hambre perenne,

ni el pútrido aroma de la miseria

que de desesperanza se tiñe,

ni la voz depauperada

de quién con dos clavos en el alma

al ritual de la sumisión

se convierte.

Cuanto alboroto y puños en alto

contra este apocalipsis del alma

se levantan,

cuanta palabra indignada

se hace en el viento

paloma ingrávida.

¡Cuantos culpables

seguirán durmiendo

plácidamente…!

Y me recorre un escalofrío,

porque se que esta noche,

seguiré acunando sueños

entre la tibieza de mis sábanas.

Mientras el asfalto

sigue borrando las huellas

de tanta tristeza,

de tanto dolor,

a los que la realidad

terca se aferra.

¡Donde está el resorte

para parar este mundo.

que, impávido, sigue girando!

(José M Huete, Mayo 2012)

1 comentario:

  1. Tal vez sea cuestión de conjugar el verbo de tod@s hacia una misma dirección, mirando siempre alrededor, mirando con los ojos del alma esa realidad que a veces nos hace mirar hacia otro lado, y tal vez así, accionemos el mismo resorte para que se pare el mundo y podamos tod@s levantarnos de su suelo.

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