IRREVERENCIA

Se que esta tarde microcéfala

Nunca será perfecta,

El viento hiela la sangre

De la palmera

Que reverencia al mar,

Y demás aditivos salobres

Que le pongo al aire

Para que respirar sea mas fácil

Cuando en el tubo de los suspiros

La arteriosclerosis me comienza.

Si hubiera hecho caso a mi madre

Que de respirar aire sulfuroso

Me amenazaba

Si en mis manos anidaban

Los colibríes por bandadas,

Ahora no conocería

Los recovecos de mis arterias.

Donde escondo los jirones

Aún palpitantes de los orgasmos

Que te robo a mano armada.

Esta es una vieja historia

Que nunca comenzó

En el flujo adocenado de un manzana,

Se necesitaba demasiadas lagrimas

Para darle la justa sazón

Que permitiera averiguar

Si era agrio o dulce

El sabor amenazante del pecado,

Se necesitan demasiadas hojas secas

Para hacer de la verdad una denuda miseria.

(José M. Huete García. Abril 2013)

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