EL ALMA CANSADA

Silenciosa es la lluvia

que plácida se derrama

sobre la grisácea tonalidad

de la mañana

Sobre el manso transcurrir

de las horas

que ya no avasallan

No hay inquietud que distraiga

a mi piel adormecida

Cansada de ser

amante fiel de esa luna

que me besa y se escapa

Es sutil esta forma de morir

sin que nada te lo pida

Sin poder sublevarse

ante la amenaza

de que la esperanza

es en cofre

donde ha de estar guardada

Ha volado tan alto

como el imperio del águila

Para ver desde arriba

el motín de las hormigas

Ha naufragado

hasta el fondo del océano

porque tras una sirena

quedó sin resguardo

Su tiempo quedó sin orilla

Su voz sin destinatario

Y su sentir

un desierto

sin oasis en verano

Ya aprendió a leer epitafios

que le hablan de su ceguera

Pero a su espalda ya carga

toneladas de esa fe

que al tercer día la resucita,

(José M. Huete García. Febrero 2015)

S.A.R.