CON INFINITA NOSTALGIA

Hay un antiguo aroma a quereres

en el jardín recogidos

En el hibisco que se despereza

En el jazmín que tímido parpadea

En los azucenas que tan modosas

exhiben su pureza

O quizás en los geranios

que no hallaron el color del pecado

Esta mañana está llena de palabras

que traen a pedazos el ayer

descorchado y ya bebido

Del chopo tan erguido y vigilante

del trigo que aún no ha madurado

Del sonar de los cencerros de los cabestros

cuando mansos

a los toros a la dehesa llevan a pastar

De la abuela avivando el fuego

que la leche caliente se ha de desayunar

Y para la noche el brasero

bajo los faldones de la mesa

con cuidado y tiempo se ha de preparar

Y ese ave maría

que a la hora del campanario se ha de rezar

En esta mañana solo la lluvia

permanece llena de inocencia

Como cuando límpida caía sobre el rostro

del niño que con ella le gustaba gritar

Como aquellas mejillas translúcidas

porque dentro de un orden

solo cabía creer en la felicidad

Y el tiempo tanto duraba

porque después siempre habría de faltar

(José M. Huete García. Octubre 2015)

D.A.R.