¿POR QUÉ?
Duele
hasta la náusea
esta duda
que atormenta
Que se ata
a la espalda
Y se eterniza
en las venas
Es esa sangre
que se fabrica
en una aurícula
Y en las sienes
se hace impura
Se llena
de incertezas
¿Por qué he de dudar
si por cada beso
dos me devuelves?
En qué escalón
se dañó mi inocencia
y ya no supe
si subía o bajaba
Si era a ti
a quien encontraba
O a una sombra
tan efímera
que en un abrazo
se esfumaba
¿Por qué he de dudar
si con una caricia
entre tu piel y la mía
hasta el cielo explotaba?
(José M. Huete García. Diciembre 2015)
D.A.R.
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