REMEMBRNZA
He paseado contigo
por aquellos jardines
de césped enternecido
con boca de riego,
algún gladiolo incipiente
y tres bancos viejos.
Te he contado que allí
en tardes de verano,
de inocencia aún candentes,
se forjaron mis sueños,
desde el Capitán Trueno
hasta el robado primer beso.
Te he hablado
de como la desesperanza
se fue deshojando en hojas secas,
de como se fué agrietando
mi fé de niño inconsciente.
De como supe que morir
no era un acto heróico
como en su fría lápida
predicaba el viejo monumento,
He sentido en tu mano
uncida a la mía
el latido de la ternura,
y sé que me has amado
en ese instante,
porque en la aspereza de mi piel
he sentido la voz de tu sielencio,
cuando me decía,
que en tu regazo
por niño aún me acoges,
que la fé no se marchitó,
que solo soy hombre de mil caminos,
y un corazón cansado.
(Jose M. Huete, Mayo/2012)
Cuando el espíritu palidece ante lo irresoluble de la realidad, que nos castiga y amedrenta, la palabra teje ese manto que nos protege, que nos abriga, que nos devuelve a las horas de la inocencia, LA POESÍA. Aquí me encontrareis desnudo de equipajes inservibles, transpirando los sentimientos mas esenciales de mi devenir. Con mis dolores de parto, con mis alegrías rescatadas con la inmensa potencia del lenguaje mágico que surge en la espera interminable de saberme entero e indestructible.
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