Seguidores

miércoles, 10 de octubre de 2012

CANTO DE MEDIANOCHE

Repican las campanas de la noche,

las que lloran la muerte de las luces,

las que anuncian que son sombras

alocadas, las que danzan en mi mente.

Reverencio esos instantes en que el silencio

guarda el eco de tus huellas en la penumbra,

es mi corazón el ojo inmovil de la rapaz

oteando nostalgias entre la bruma.

Son doce campanadas, doce,

las que me llaman a iniciar el mágico ritual,

de modelar tu ausencia como aroma

de nardo, de tu piel ausente.

Peregrinan mis labios tallando granadas en tu boca.

arrecifes de coral entre tus dientes,

beben hasta el último de tus supiros

para embriagarse de ese aliento que ya no es inocente.

Caminan mis dedos atrevidos y descalzos,

para recolectar el edelweis que florece eterno

en las cumbres donde se erigen tus pechos,

fundo entre ellos lo que quede de los hielos perenes.

Escucho en la brisa traspasada de tu aroma de hembra,

melodías del atávico palpitar de tu sexo,

la llamada exhultante de la tierra madre,

exigiendo que muera el deseo y enraice la simiente.

Doce campanadas, doce,

me trajeron tu esencia esta medianoche,

y al acabar la danza de las sombras,

amanecieron mis sueños en la gloria de las flores.

(José M. Huete García, Octubre 2012)

1 comentario:

  1. Para mi es uno de los más lindos poemas que escribiste en los ultimos tiempos. En todas las doce campanadas, doce, me voy acordar de ti.
    Como ya sé que no te importa lo voy a llevar para mi blogue.

    Un beso Mi Poeta

    Flor

    ResponderEliminar