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domingo, 6 de enero de 2013

LATE LA VIDA

Quieta está la piedra porque siente
El placer acariciante del viento
Que fogoso redondea sus formas
Y sin permiso le arranca
Toda arista que desgarre el aire
Que la despierte de su silencio
Con un quejido que no entiende
Mas allá de ser patíbulo de los sueños.

Erecto permanece el roble
Tiene a gala no doblegarse
Cuando arrecian las tempestades,
Solo se estremecen de gozo las raíces
Cuando la lluvia persistente
Como tierna amante
Con su humedades de hembra exigente
En sus ramas hace renacer hojas verdes.

Qué imperturbable es el tiempo
Inalterable sigue caminando
Aunque en la quietud y el silencio
Parezcan aturdirse sus instantes,
La piedra no sabe
Que en su onanismo se inmola,
El árbol inconsciente ignora
Que de orgullo se está muriendo.

Tempestuosa en mis venas
Siento que la vida ávida late,
Imprudente desafío al tiempo
Olvidando quietudes y silencio
Que por domesticarme impone,
Mas como no saber que estoy viviendo
Si cuando con ternura me abrazas
Ante toda obviedad me rebelo.

(José M. Huete García. Enero 2013)

2 comentarios:

  1. Siempre el latido del alma te hará sentir la vida fluyendo por tus venas, aún cuando la obviedad se desmarque a su libre albedrío engañando a tus sentidos...bellísimo..

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