EL HOMBRE COHIBIDO

Me dices

Que tienes una tendencia irremediable

a amar a quien no debes

A enamorarte perdidamente

de unos labios que te hablen insensatos

Y luego te besen imprudentes

Que en tu menú de diarias pasiones

no hay  lugar para exquisiteces

Ni tu paladar tiene costumbre

de elegir la añada del vino

Ni saber el precio a que se vende

Pues lo que ha de hacerse a la mesa

es saciar el hambre

Cuando hace tiempo que se tiene

Mi corazón, que creía ya sabido

Con esa verborrea incontenible

queda estupefacto

Y ya no se si tirar el ramo

Que con tanto cuidado he atado

para demostrar mis potestades

de romántico empedernido

O quedarme a degustar

de tu boca el aperitivo

De mas abajo los demás platos

Y en tu mirada

apaciguarme de tal holocausto

Que una vez consumido

seguro que no lo fue tanto.

(José M. Huete García. Mayo 2014)

D.A.R.