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viernes, 5 de junio de 2015

SUBLIME

Simular una tristeza
no cuesta nada
Solo es cuestión
de que los ojos lluevan
agua salada
Y la boca gesticule
rictus de aspereza

Enumerar las cicatrices
de una pasión
hollada y pisoteada
Es negociar
con el tiempo
la potestad
de una dolida postdata

Predicar la bondad
de la melancólica raíz
de la tierra que pisas
Es ya trabajo
de exégetas
De ínclitos maestros
de alta  escuela
de sutil espuela

Fingir una sonrisa
si ya la luna
no hace fosforecer
mis besos
en tu espalda
con la insaciable agonía
de las hojas secas
Es redimir a la fe
del atormentado castigo
de ser pura falacia

Escribir este poema
con el corazón
abriendo
su puerta mas secreta
Es dar testimonio
en el sagrado oráculo
de la sublime promesa
De encender en mis venas
el fuego de tu esencia

(José M. Huete García, Junio 2915)

D.A.R.

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