TRASPASAR EL UMBRAL

He visto llorar a un niño

sobre la frágil inocencia

que lo cuida

Sobre la desconocida aspereza

del aire que respira

y lo transparenta

¡Pero él no sabia que la tristeza

es la primera puerta

que por el miedo

siempre le esperará abierta!

He visto a un hombre

intentar derribar las recias

columnas de su destino

con la rabia de su fuerza

Rebelarse llenando los jardines

de trincheras

¡Pero él no sabía que la razón

de su fiereza

era por esa ancha puerta

que se le quedó siempre abierta!

He visto mi amor

tantas calles

llenas de almas ciegas

arrastrando los pies de su miseria

Con lo ojos buscando

imposibles líneas rectas

He escuchado

tantas vociferantes promesas

que el corazón escucha

y se entrega

Aunque sepa que solo es el traspirar

del sudor de tanta espera

¡Pero tanto es el temor

que nadie se atreve a llamar

golpeando las cancelas!

Y yo no lo puedo jurar

pero estoy seguro

que nunca se pierde la inocencia

Que para forjar mi destino

he de llamar a tu puerta

Que el tiempo no añade

un gramo de certeza

¡Y que es en mi mente

donde se cierran las puertas!

(José . Huete García.Noviembre 2015)

D.A.R.