Seguidores

viernes, 31 de agosto de 2012

AMAPOLA

De la noche a la mañana

me sorprendes,

no te he visto antes.

en ningún resquicio del aire

asomas,

eres la belleza que late

primaveras,

bajo el tenue olejae del mar

de los trigales verdes.

Te abrs de repente,

latido rojo del alba

en el horizonte de mi mirada,

provocativa, adolescente,

tan fragil,

tan atrevida,

inerme tu desnudez

al embate de la brisa,

que por amarte

en viento te deshoja,

tan quebradizo tu talle,

que a la gota de lluvia se dobla,

que ni la perla del rocío

soporta.

Ees la insignificante excepción,

la rojiza espina de lo inestable,

en el poderío pujante de lo que nace

para quedarse.

Y tanto me entristece,

verte ya cadaver,

que tu esplendor

solo dura un instante,

lo que tarda la mano asesina

en hacer de tus esqueleto

pecado,

que envilece la sangre.

¡Mas sé, que los caminos de la vida

son inscrutables.

y los de la muerte

un capricho de los ateos dioses!

(José M. Huete Garcia, Septiembre 2012)

2 comentarios:

  1. Un esplendor que dura poco tiempo pero que fue tan ardente que dejará sus despojos para que el viento los lleve a otro destino y volver a florecer en otra Primavera.

    Un beso Mi Poeta!

    Flor

    ResponderEliminar
  2. La belleza de la fugacidad, de la fragilidad, inmortalizando el momento de ser el todo y ser la nada, la vida y la muerte, el amor y la pérdida, todo,... la cara y cruz de la misma moneda..todo en la efímera belleza...precioso!

    ResponderEliminar