EPITAFIO
Te he visitado esta mañana
Desnudo de olvidos
Vestido de otoños apesadumbrados
Apoyándome en el bastón
De los recuerdos ya rancios
Cabizbajo
Ensimismado
De soledades hasta el hartazgo
Vacío el zurrón
De aquellos panes blancos
Bendecidos
Entre tus senos de alabastro
Piedra blanca
Tallada a golpe de poema
A la sombra de mi tristeza
Equidistando la proximidad de tu boca
La lejanía de tu alma
Absuelta de todo llanto
Incorrupta
En su virginidad
Del surco ya arado
Sembrado
Enraizado
Indisoluble en el barro
De los pies descalzos
De sentimientos desfallecidos
De los sentidos abotargados
Con la fe prometida
Candente en tus ojos
Caducada en los abrojos
El ciprés perdió su sombra
Acunándote en los veranos
Adormeciendo los espantos
Las rosas blancas
Se secaron
Las rojas
En el viento
Dejaron tu rastro
Un crisanremo
Redactó el epitafio
El que decía:
"No hay tumba que sepuelte el olvido
Ni sueño bien enterrado."
(José M. Huete García, Agosto 2012)
Cuando el espíritu palidece ante lo irresoluble de la realidad, que nos castiga y amedrenta, la palabra teje ese manto que nos protege, que nos abriga, que nos devuelve a las horas de la inocencia, LA POESÍA. Aquí me encontrareis desnudo de equipajes inservibles, transpirando los sentimientos mas esenciales de mi devenir. Con mis dolores de parto, con mis alegrías rescatadas con la inmensa potencia del lenguaje mágico que surge en la espera interminable de saberme entero e indestructible.
Todo el poema una belleza y la frase final fantastica.
ResponderEliminarUn beso mi Poeta
Flor