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jueves, 30 de agosto de 2012

SOMBRA

Te he atado a mi sombra,

la que en el ayer me prolonga,

en ese camino que se alfombra

de todo lo que de mi se apropia,

de todo lo que me sobra.

No serás, de mis pasos, prisionera,

ni aherrojada paloma que ya no vuela,

serás la mas fiel compañera,

en mis soledades, la certeza,

el catálogo de mis tristezas,

el único registro de mis huellas.

Sabrás de la infinitud de mis desiertos,

de como azota el viento,

de como desnuda los sueños,

de como de seca arena son mis recuerdos,

de que ya no hay estrellas en mi cielo,

de que soy leño, abrasado de tanto fuego.

Sabrás, como se derrama la noche,

como en un trago se consume el goce,

como el amor es solo tr¡ste galope,

como de amargura se agrieta el roble,

como cada herida es un broche

en esa maldita danza de los fantoches.

Sabrás, cuan efervescente es la alegría,

que paleta de colores es la sonrisa,

como una dulce palabra al oido dicha,

en la sangre es tropel y algarabía,

como el brillo de una mirada limpia

de dolor deja el alma nítida.

Y cuando mis pasos se acaben,

y para el último solo quede un instante,

dime, lo que de decirme dejaste,

no hagas de mi meoria el pesaje,

hazte sombra en la que el ciprés se alargue,

que asi sabré que en el olvido no me inmolaste.

¡Solo es eterno lo que muere,

solo es aterna la pasíon que se atreve

a soñar que siempre será presente,

cuando en sombra se perpetúe!

(José M. Huete Garcia. Agosto 2012)

1 comentario:

  1. Este poema deja la desnudez de tu corazón tendido al sol, no hay sombras que puedan ocultar ninguna de tus vestidos, ninguno de tus temores, ninguno de esos sentimientos tuyos que te hacen tan auténtico...potente poema, todo un acto de estar y saber dónde...porque expresas lo que quieres sin redobles....regio!

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